La multinacional Nestlé invertirá cerca de 1,9 millones de euros en la construcción de dos nuevas líneas de llenado en su fábrica de leche condensada ubicada en el municipio de Pontecesures. Estas nuevas líneas dispondrán de tecnología mucho más moderna, serán precisas y con una mayor velocidad de llenado, algo que permitirá el incremento de la producción que se realiza en las dependencias fabriles del Ullán.

En la actualidad, la empresa ya ha iniciado la construcción de la línea destinada a los grandes formatos para clientes industriales, una actuación que supondrá una inversión de 350.000 euros. Esta línea permitirá el llenado de envases de diferentes tamaños que irán desde el formato de 1.000 litros, que en la actualidad se colma de forma manual, a los formatos de 2,5, 5 y 25 litros, que se realizan de forma semiautomática. Esta nueva línea de llenado, que está previsto que entre en funcionamiento en noviembre de este mismo año, está dotada de una tecnología que proporciona una mayor precisión y permite aumentar la vida útil del producto.

Por otro lado, se invertirán más de 1,5 millones de euros en la construcción de otra nueva línea de llenado para los envases de un kilogramo y 740 gramos, con la que se unificará el proceso de estos dos formatos, que hasta ahora se realizaban en líneas separadas. Este nuevo montaje, más moderno y con mayor velocidad y precisión, comportará también un importante ahorro de energía y mantenimiento. Está previsto que comience a funcionar en el mes de julio del próximo año.

Con una plantilla media de 170 personas, la fábrica de Pontecesures produce tanto leche condensada como dulce de leche o cocido de leche, elaborados con leche fresca gallega. Con un volumen de 51.000 toneladas producidas el pasado año, el 60% se exporta a Oriente Medio, Europa (siendo sus principales destinos Reino Unido Francia, Portugal, Italia y Bélgica), África Central y el Magreb.

La fábrica de Nestlé en Pontecesures es una de las más veteranas de la compañía en España. Aunque la planta se inauguró en 1939, tiene su origen en la constitución de Ilepsa (Industria Lechera Peninsular), empresa propiedad de Nestlé que se fundó el 1 de febrero de 1938. A pesar de ello, no fue hasta agosto de 1939 cuando salió de la planta gallega el primer bote de leche condensada que se produjo.

A finales de 1978, este centro de producción se hizo cargo de la elaboración de la leche condensada La Lecherea, que hasta entonces se gestionaba en la fábrica de Nestlé en La Penilla de Cayón (Cantabria). En 1983, la planta de Pontecesures se convirtió en la única instalación fabril del grupo en España dedicada a la fabricación de leche condensada, unificando así la producción.