El verano es cinco semanas más duradero que hace cuarenta años, 2019 está siendo el quinto año más cálido de la historia, París ha superado la temperatura máxima de Madrid pese a estar ubicada más al norte, el pasado mes de junio ha sido el más caluroso que se recuerda y en abril la concentración media diaria de dióxido de carbono (CO2) en el conjunto del planeta registró un nivel récord de 415 partes por millón, una cifra que no se alcanzaba desde hacía 3 millones de años.

Olas de calor, sequías, inundaciones, ... El cambio climático es una realidad y el mundo ya está sufriendo sus consecuencias. "No tenemos un planeta B. Necesitamos tener coraje y no esperanza. Tenemos once años por delante decisivos para no superar el incremento de 1,5 grados que auguran los expertos de la ONU". Son palabras de María Prado, la responsable de la campaña "En marcha por el clima" de Greenpeace cuyo periplo a bordo del Rainbow Warrior finalizó ayer en Vilagarcía tras recalar en puertos de Rumanía, Bulgaria, Grecia e Italia. Y también en España.

Así, el buque insignia de la organización ecologista visitó Barcelona, Málaga, Algeciras y por último Vilagarcía, siendo esta la ciudad española con un mayor apoyo por parte de la ciudadanía: en solo dos días de jornada de puertas abiertas (sábado y domingo), se adentraron en el velero más de 5.000 personas. "Estamos muy agradecidos por esta grandísima acogida", subrayaba Prado al final de la rueda de prensa a bordo del barco en la que estuvo acompañada del capitán Pep Barbal, del meteorólogo de TVE Martín Barreiro y de representantes de colectivos comprometidos con el calentamiento global.

Entre ellos una chica de 16 años, portavoz de "Fridays For Future " Galicia. "Nuestro modelo de consumo no es sostenible y la comunidad científica lleva años advirtiéndonos, sin que hayamos hecho caso alguno", advierte Silvia Mete. "Los jóvenes tenemos ese sentimiento de impotencia de que todo nos queda demasiado grande y no es así. ¿Quién me iba a decir a mí que con 16 años iba a estar en el barco de Greenpeace?", lanza la joven activista.

Martín Barreiro es físico y lleva 18 años haciendo el pronóstico meteorológico a diario. "Cada vez hay más fenómenos adversos". Y ello se debe al calentamiento global. "El 99% de los artículos científicos aseguran que la causa de cambio climático es antropogénica", es decir, producido por el ser humano, señala Barreiro, quien alertó de la posibilidad de que la temperatura media en el planeta se incremente en 4,5 grados teniendo el cuenta el ritmo que llevamos.

Al igual que los demás ponentes, el meteorólogo incidió en que cada ciudadano puede dar pasos para frenar el calentamiento del planeta y sus consecuencias. "Debemos cambiar la forma de consumir, la energía y la forma de vivir en general", proclamó.

En este sentido, Greenpeace ha elaborado un informe con alternativas de energía ciudadana: compraventa directa de electricidad verde, autoconsumo compartido, gestión de la demanda distribuida y financiación de renovables. "La democratización de la energía va a ser la revolución ciudadana", aseveró María Prado, responsable de la campaña "En marcha por el clima".

La asesora de democratización de la energía de la ONG, Sara Pizzinato, aclara que para autoabastecerse de energías limpias en una comunidad de vecinos "no hace falta ser ingeniero ni economista, solo tener unos ahorros de entre 50 y 100 euros al mes". Como ejemplo puso el primer molino eólico del sur de Europa que se promueve en Cataluña.

Greenpeace señala que dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero se deben al CO2 emitido en la quema de combustibles fósiles, es decir, carbón, petróleo y gas, de ahí su petición de cierre de las dos centrales térmicas gallegas. Asimismo, la organización lanzó cinco medidas prioritarias dirigidas a los gobiernos en respuesta a la crisis climática.