La firme apuesta por la Denominación llega en uno de los mejores momentos para el mejillón gallego en el que todos los polígonos, sin excepción en las rías, están abiertos y libres de toxina.

Esta excepcional situación se mantiene de forma contínua desde hace semanas aunque hay zonas de producción que llevan meses sin cierres, como es el caso del Vilagarcía B que tras el último episodio de marea roja, está abierto desde el pasado 30 de abril.

En el largo listado del Intecmar, actualizado ayer sábado, solo hay una mancha en Arousa Sur que se corresponde con un polígono de bateas de ostra, el O Grove B, que permanece cerrado desde el 6 de abril último.

El resto de polígonos se encuentra limpio, si bien quizás no es el mejor momento de extracción pues se trata de una etapa clara de engorde del molusco. Con todo también es preciso tener en cuenta que es uno de los productos más consumidos en el verano en fresco y, por otra parte, el hecho de que los mercados internacionales apuestan más por el bivalvo con vianda de tamaño pequeño.

En cuanto a bateas mejilloneras, los expertos del Intecmar solo han intervenido en el polígono Camariñas A, que se cerró el pasado 22 de julio y que está a expensas de nuevos muestreos.

En los análisis se busca la presencia de toxinas lipofílicas, así como las PSP y ASP, las más comunes que afectan a los bivalvos y cuya presencia obliga a suspender su distribución y, por tanto, su consumo, tanto a nivel nacional como en los países a los que se exportan, bien para el mercado fresco o el procesado, es decir en conserva.