Manuel. Bernardino. Teófilo. Guillermo. Son los nombres que ayer todo Cambados tenía en la cabeza. La entrada al puerto de Tragove ya lo dejaba bien claro en una alfombra floral confeccionada para la ocasión: "Non vos esquecemos". En torno a este mensaje, la imagen del Faro de Fisterra, en cuyas inmediaciones se hundió el "Sin Querer Dos" el pasado 19 de diciembre, una fatídica tragedia que sobrecogió a todo el pueblo.

Siete meses después, los cambadeses volvieron a revivirla, dedicando un emotivo homenaje a las víctimas y a sus familias, quienes protagonizaron, junto con los supervivientes del naufragio, la ofrenda floral a la Virgen del Carmen en torno al Faro da Lobeira en una multitudinaria procesión marítima que reunió más de doscientas embarcaciones de todo tipo, desde bateeiros o barcos del cerco hasta lanchas, planeadoras e incluso motos de agua.

Pasaban de las ocho de la tarde cuando la comitiva marítima partía de Tragove con bocinazos al unísono que ponían los pelos de punta. La procesión de Cambados es una de los más impresionantes de la comarca, pero la de este año fue todavía más especial.

A bordo del Muxes, engalanado para la ocasión , iban los familiares de los fallecidos, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, la alcaldesa Fátima Abal y el patrón mayor de la cofradía, Ruperto Costa, así como la Guardia Civil y otras autoridades, además de la banda de música, que tocó durante la travesía en un mar calmo y sin viento. Y por supuesto, la reina de los mares, patrona de los marineros.

En la otra embarcación protagonista, el Galaico, viajaban los supervivientes del "Sin Querer Dos" y personas públicas como el concejal Xurxo Charlín. También Luis Aragunde participó en este sentido homenaje.

Por mar y tierra

La procesión por tierra partió de la cofradía a las siete de la tarde y en menos de media hora ya había llegado al puerto de Tragove, donde una muchedumbre la esperaba a la sombra que daba el edificio de la lonja. Las vecinas de mayor edad fueron precavidas e incluso llevaron sus propias sillas.

Fue allí, sobre la alfombra floral compuesta por anclas, flores y el mensaje en recuerdo de las víctimas del naufragio, donde se celebró la misa de campaña oficiada por el sacerdote de la parroquia de Santa Mariña Dozo. José Aldao recordó a Manuel Serén, Bernardino Padín, Teófilo Rodríguez y Guillermo Casais. "Este fue un año difícil para Cambados y muy especialmente para vosotros", dijo dirigiéndose a las familias, que se encontraban tras la primera fila presidida por la conselleira, la alcaldesa y el patrón mayor. "Que la esperanza vaya siendo una realidad en nuestras vidas", promulgó el párroco.

Uno de los momentos más emotivos en tierra fue el de la lectura del poema a cargo de María del Carmen García: "Nosa Señora do Mar, non deixes que se repita, non permitas que este pobo lamente outro naufraxio", suplicó con la voz entrecortada, recibiendo un caluroso aplauso que sirvió de colofón a los actos en tierra.

Mientras se celebraba la misa, decenas de embarcaciones se agolpaban en la mar a la espera de que el Muxes y el Galaico emprendieran rumbo al Faro da Lobeira. También en tierra la expectación fue importante, pues mucha gente despidió la procesión marítima desde el puerto, y una hora después, a su regreso, todavía seguía en el muelle. Cambados intenta poco a poco recomponerse de semejante tragedia, pero no olvida.