Cristina García está convencida de que las algas tienen mucho futuro. "Es un producto nuevo que está todavía por explotar. Lo tenemos aquí y es un superalimento, sin grasas, con una gran cantidad de proteínas saludables y con entre 10 y 20 veces más minerales y vitaminas que las verduras terrestres".

La emprendedora destaca de este producto su versatilidad en la cocina, dado que puede prepararse como cualquier otra verdura, ya sea en revueltos, guisos, ensaladas, empanadas o arroces. Además, desmiente el mito de que saben en exceso a mar. "No todas saben a mar. El alga percebe sabe mucho a marisco, mientras que el espagueti de mar es muy neutro y puede tomarse con carne. Todas tienen una textura y un sabor diferentes".

Abono y energía

Pero Cristina García sostiene que el interés de las algas va mucho más allá de la gastronomía, ya que tiene también usos comerciales para la obtención de energía o para el abono del campo.

Igualmente, resalta sus beneficios medioambientales, como probaron las conclusiones de un proyecto de la Fundación Biodiversidad -dependiente del Ministerio de Medio Ambiente- sobre la relación de las verduras de mar y las concentraciones de dióxido de carbono en el agua de los océanos.