Los usuarios de la autovía de O Salnés ya han soportado los primeros inconvenientes de las obras de renovación de la infraestructura que se ejecuta en dos fases y que va a suponer una inversión de 5.14 millones de euros.

Las máquinas pesadas se encontraban a mediodía de ayer en los enlaces próximos al municipio de Meaño para la ejecución de "parcheos" en entradas que se encontraban en una situación bastante deteriorada desde hace años.

Pero hasta el viernes, el cronograma de obras prevé cortes prolongados en todo el recorrido que obligarán a emplear uno solo de los carriles de paso, por lo que ya ayer se han podido ver retenciones y tráfico lento a pesar de que el tiempo no acompañó para visitar las playas.

Cabe recordar que la autovía de O Salnés se ha convertido en el principal acceso a los numerosos arenales de la comarca por lo que en los meses fuertes del verano puede soportar una gran presión automovilística, con más de 25.000 vehículos al día.

De ahí que la Xunta haya tomado la determinación de dividir las obras en dos fases, una la que se lleva a cabo en estas dos semanas y la siguiente a partir del mes de septiembre, con el fin de no entorpecer el tráfico en los meses estivales.

Así que las obras continuarán esta y la próxima semana para mejorar zonas de firme deterioradas por el uso y el paso del tiempo.

La empresa concesionaria es la que se encarga de realizar las obras de renovación del pavimento, tal como se comprometió cuando le fue adjudicada la infraestructura y el mantenimiento periódico.

La mejora afecta al tronco principal de la autovía pero también se incluyen trabajos en los distintos ramales de salida, así como en los viaductos superiores e inferiores, explican en la Consellería.

Con todo el grueso de la actuación se realizará tan pronto acabe el verano, con el compromiso de ejecutarlo en un plazo máximo de ocho meses, si bien esperan concluirlo antes de finales de 2019.