Gran despliegue de efectivos de Gardacostas en la lonja de A Illa. Los marineros y mariscadores que ayer por la mañana estaban en la rula isleña para proceder al pesaje y selección de sus capturas fueron testigos de un exhaustivo control por parte de cinco agentes del servicio de inspección pesquera de la Consellería do Mar. ¿El motivo? Comprobar que el marisco que posteriormente iba a ser comercializado daba la talla.

Fuentes de la Consellería señalan que se trata de un "operativo rutinario" consistente "en un control visual de las cribas para comprobar que se cumple la normativa en materia de tallas tanto en la almeja como en el reló". No se levantó ningún acta de infracción, pues los bivalvos de tamaño inferior al reglamentario fueron devueltos al mar sin mayores consecuencias para los profesionales que los extrajeron.

El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, señala que en el caso del relojito, "en esta zona hay muy poco que dé la talla". De hecho se están llevando a subasta cantidades que no superan los 100 kilogramos, cifra el patrón.

También la babosa, la almeja más preciada, era uno de los principales objetivos de Gardacostas.

Así, los agentes permanecieron durante un buen rato en la lonja, observando de cerca todo el proceso de pesaje y cribado del marisco, con el objetivo de garantizar que el que llegue al marcado sea de tamaño legal. La subasta en esta rula ubicada en el muelle de O Xufre tuvo lugar, como es habitual, a las tres y media de la tarde.

21 especies certificadas

Esta lonja cuenta con autorización para vender un total de 21 especies, entre bivalvos y algas marinas. Son las algas rojas, almeja babosa, dorada, fina, rubia o roja, japonesa, almejón, kombu, berberecho, escupiña grabada, correa, fideo de mar, wakame, gracilaria spp, lechuga de mar, lechuga de mar nep, longueirón, navaja, ortiguilla, almendra de mar y reloj.