Aumentar la calidad de los servicios de Peinador para alzarlo entre los mejores de Europa de su categoría exige de multitud de iniciativas. Entre las más llamativas destaca el shadowing (observación). Los empleados del aeropuerto que integran el plan de calidad se convirtieron durante horas en sombras de algunos pasajeros para observar qué hacían, qué les faltaba, dónde se perdían, que necesitaban... En definitiva, se "vistieron" de espías para conocer de primera mano sus problemas dentro de Peinador y poder proponer soluciones.

Otra de las prácticas que se están llevando a cabo es el bautizado como benchmarking. Se trata de un proceso de aprendizaje mediante el cual se recopila información y se obtienen nuevas ideas mediante la comparación de aspectos de tu empresa con los líderes o los competidores del mercado. Para este caso, copiando aquellas cosas o servicios que han tenido éxito en otros aeropuertos.

A todo este trabajo se suman las encuestas que habitualmente hace Aena, tanto entre los pasajeros del aeropuerto como entre las propias compañías aéreas.