Cuando un Ayuntamiento o una comisión de fiestas contratan una orquesta que versiona temas de otros músicos tiene que pagar al citado grupo y, posteriormente, un canon a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), como entidad encargada de gestionar los derechos de la propiedad intelectual de sus asociados. Los alcaldes de O Salnés están de acuerdo con esa tasa. Sin embargo, discrepan cuando la SGAE les cobra por los artistas que no versionan a otros, sino que tocan sus propias canciones.

El Ayuntamiento de Vilagarcía fue condenado en los juzgados a abonar 88.609 euros a la SGAE por una serie de espectáculos celebrados en la ciudad entre 2008 y 2013, principalmente durante las fiestas de San Roque, y la administración municipal anunció ayer que recurrirá la sentencia ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra. Uno de los argumentos que expone la administración municipal en su apelación es que "en el caso de los conciertos de las fiestas en los que los artistas interpretan su propio repertorio, los derechos de autor ya están incluidos en su caché".

Un planteamiento que también comparte el Ayuntamiento de O Grove. De hecho, el alcalde en funciones de esta localidad, José Cacabelos, afirma que han hecho "una consulta legal" para saber hasta qué punto están obligados a pagar el canon a la SGAE en el caso de los solistas o grupos con repertorio propio. "Sabemos perfectamente que hay que respetar el derecho del autor a su obra intelectual, pero creemos que la SGAE no debe cobrar en esos casos, dado que al contratar al artista ya le estamos pagando por la difusión de su obra", plantea Cacabelos.

El alcalde de O Grove opina además que la Sociedad General de Autores debería ser más sensible con las administraciones públicas cuando organizan eventos públicos y de acceso gratuito, ya que no generan lucro alguno para el promotor. Y cita a modo de ejemplo el festival da Festa do Marisco, por el que pasaron músicos como Pastora Soler, Loquillo, Karina o Chenoa. "El Ayuntamiento hace un esfuerzo enorme para organizar un festival de calidad y sin cobrar entrada, y lógicamente invertimos mucho en la carpa, en el escenario y el sonido, para que los espectáculos sean de calidad y los artistas se marchen satisfechos. Es realmente un esfuerzo importantísimo, pero después nos encontramos además con unas liquidaciones de la SGAE que nos parecen excesivas".

Según los datos de Cacabelos, el Concello meco tiene que abonar a la Sociedad de Autores en torno a 15.000 euros por los conciertos de la Festa do Marisco, y considera que es una cifra demasiado elevada. "Hemos tenido reuniones con la SGAE y se lo hemos planteado, pero ellos se remiten a la ley, y nos avisan de que si vamos a los juzgados llevamos las de perder".

Las liquidaciones de la sociedad de autores son tan altas en ese tipo de conciertos porque lo que cobran es un porcentaje calculado sobre el coste total del espectáculo. Los alcaldes creen que se debería hacer el cómputo tomando como referencia únicamente el caché del artista, pero a la hora de la verdad, la SGAE también contabiliza los gastos de producción. Eso supone que hay que contar también los gastos de representación de los músicos, la manutención y alojamiento de estos últimos, el coste del personal de seguridad y hasta el del alquiler de los baños químicos.

El Ayuntamiento de Vilagarcía tampoco comparte que se tengan en cuenta todos esos gastos para calcular la cuantía que se debe abonar a la SGAE, "porque esa situación eleva sobremanera la suma total que realmente correspondería abonar".

Por ello, en el recurso judicial presentado por Ravella contra el pago de los 89.000 euros que la SGAE le reclama por los conciertos de 2008 a 2013, se alega también contra esa forma de cálculo.

Baja litigiosidad

Desde la SGAE se afirma que aunque la sociedad salga a menudo en los medios relacionada con polémicas por los cobros de los derechos de autor, la realidad es que se trata de una entidad con unos índices de litigiosidad muy bajos.

En este sentido, calculan que solo han tenido que llegar a los juzgados en un 4 por ciento de sus relaciones con administraciones, comisiones de fiestas o locales de hostelería. Del mismo modo, el procedimiento judicial con el Concello de Vilagarcía es el único abierto en estos momentos en la comarca de O Salnés, y está derivado de unos espectáculos de hace años.

De hecho, tanto la SGAE como el propio Ayuntamiento arousano reconocen que desde 2013 la relación entre ambas entidades "es cordial", y que la administración local "está totalmente al corriente del pago" desde esa fecha.

Vilagarcía no quiso pagar a la SGAE los 88.600 euros que le reclamaba, por lo que la sociedad acudió a la vía judicial, y ganó en primera instancia. Otros municipios de la provincia de Pontevedra, como los de Ponteareas y O Porriño, discreparon también con la SGAE por esa forma de calcular el canon, pero perdieron ambos en los juzgados. Desde la sociedad se afirma que se busca siempre hasta el último momento el acuerdo, y que se acude a la Justicia solo cuando todos los demás caminos se han cerrado. Un portavoz de la entidad hace de hecho una lectura optimista del momento actual. "Hoy, las administraciones tienen una sensibilidad hacia los derechos de autor que no había hace veinte años. Es un asunto ya asumido y regularizado. No es un impuesto que se paga sí o sí, sino que se trata de un servicio que solo pagas si haces uso de él. Lo que hace la administración en esos casos es pagar por el uso de un repertorio".