El sector del marisqueo de la ría de Arousa es muy heterogénero en lo que a ingresos se refiere. Así, la diferencia entre lo que gana una mariscadora de a pie y otra puede ser de más de 5.000 euros anuales según la cofradía a la que pertenezcan. La variación es todavía mayor en el caso del sector de a flote, donde un "rañeiro" de Vilanova ganó el pasado curso una media de casi 21.600 euros brutos, frente a los menos de 6.000 de uno de Vilaxoán.

Estas enormes diferencias en lo que a ingresos se refiere se deben a diversos factores. Influye mucho la extensión y la calidad productiva de los bancos marisqueros propios de cada pósito; el modelo organizativo; o aspectos puntuales, como la existencia de riadas o episodios de mortandad de marisco. En cualquier caso, reflejan que la realidad socioeconómica del sector es muy variada, al menos en la comarca de O Salnés.

Según los datos oficiales proporcionados por la Consellería do Mar, en el caso del marisqueo a pie, las mujeres de Cambados tienen las mejores rentas brutas anuales del sur de Arousa con mucha diferencia. Sus ingresos antes de los pagos en lonja e impuestos no han bajado nunca de los 11.000 euros anuales en los últimos años, y en 2014 se acercaron a los 14.000.

La agrupación de a pie de Cambados ha sido algún año la de más ingresos medios por persona de Galicia, y en estos influyen al menos dos aspectos. Por un lado, cuentan con un modelo organizativo y con una cohesión interna reconocida y alabada por el conjunto del sector en Arousa.

En segundo lugar, su gran banco marisquero, el de O Sarrido, no solo es enormemente rico en recurso, sino también uno de los más extensos de Galicia. Además, el pósito y las mariscadoras se preocupan de regenerar nuevas zonas, como hicieron el pasado año en "Os Bebederos".

También son elevados los ingresos medios de la agrupación de O Grove, hasta el extremo de que sus mujeres tuvieron el mejor registro de la comarca en 2017. Eso sí, sus ganancias el pasado año cayeron por debajo de los 10.000 euros brutos, por lo que fue una temporada mala para ellas.

Carril atravesó en 2014 y 2015 por una auténtica travesía por el desierto, por las riadas de agua dulce que se produjeron en los meses anteriores causaron tal mortandad, que durante esos dos años, los ingresos de las mariscadoras cayeron en picado. En 2014, de hecho, y siempre según los datos facilitados por la Xunta de Galicia, las ganancias medias del sector de a pie estuvieron por debajo de los 2.000 euros brutos anuales.

A Illa, por su parte, registra unas ganancias antes de los descuentos en lonja e impuestos de unos 7.500 euros anuales. Hay que tener en cuenta que esta localidad cuenta con un buen número de arenales, pero que se trata de una cofradía donde históricamente el peso de la agrupación de a flote fue muy superior. Además, A Illa sufre más que cualquier otro pósito la plaga del "furtivismo de bañador", ya que en verano sus playas se llenas de bañistas que no siempre respetan la prohibición de extraer marisco.

A flote

En el sector de a flote, la gran diferencia la marca la calidad productiva de las concesiones propias, dado que entre finales de otoño y principios de la primavera del año siguiente, los "rañeiros" pueden trabajar en los bancos del libre marisqueo, comunes para toda la ría.

En estas agrupaciones, los que menos ganan por las ventas en marisqueo son con mucha diferencia los socios de la cofradía de Vilaxoán. Esto se debe a que hay pocos barcos, en torno a una veintena, y solo salen a faenar los días de "seca", cuando también trabajan las mujeres.

El pósito lo organiza así porque teme que los compradores de marisco no acudirían a la lonja si solo saliesen los hombres, al haber poco marisco.

En la otra cara de la moneda, las agrupaciones de a flote con mayores ingresos son los de Carril y Vilanova. Esto se debe en gran medida a la buena salud de sus principales concesiones marisqueras.

En el caso de Vilanova, por ejemplo, que lideró la tabla de ingresos el año pasado, su joya de la corona es As Carballas -junto al puente de A Illa-, una zona históricamente conocida por la abundancia de almeja fina y babosa.

A Illa es otra cofradía que tiene muy buenos bancos para explotar desde embarcación, pero una gran parte de su flota dedica parte del año a otras especies y artes -como las nasas, el truel o los trasmallos-, y los ingresos obtenidos con estas no computan en marisqueo.

Precisamente, este lunes abren las concesiones de las cofradías para los "rañeiros", una vez ha finalizado el libre marisqueo.