La carrera electoral en O Salnés comenzó al esprín. Ninguno de los grupos esperó a las doce campanadas en la avenida de A Mariña, tanto a las 23.59 del jueves Pedro Sánchez ocupaba casi la mitad del panel principal en el que debería haber hueco para las trece formaciones políticas que se presentan a las elecciones generales por la provincia de Pontevedra.

Candidatos y simpatizantes se arremolinaban junto al tablón desde diez o quince minutos antes con cubos llenos de goma arábiga y escobas que por la premura de hallar sitio de privilegio se quedaban sin mango haciendo que ediles como Lino Mouriño se afanasen en enroscarlas para continuar con la fiesta de la "pegada".

Esencia misma de la paradoja, de una democracia que conserva los históricos ritos, el folclore y la fiesta pero que es consciente de que la batalla se va a librar en los paneles digitales.

Alberto Varela, alcalde de Vilagarcía, apuesta por una campaña "limpia", con menos carteles, sin banderolas e incluso sin megafonía. "Ahora se llega mejor a los electores con las redes sociales, no hace falta llenar de pasquines toda la ciudad", aseguraba a pie del simbólico tablón de la avenida de A Mariña.

Con todo, los socialistas de O Salnés no se quisieron perder la fiesta de inicio de 15 trepidantes días de campaña electoral. El diputado autonómico Julio Torrado no duda en considerar rancio el acto e incluso aboga porque en un futuro próximo se suprima hasta la "jornada de reflexión". Entiende que a día de hoy ninguna de las dos cosas tiene sentido salvo por la nostalgia del advenimiento de la Democracia a finales de los setenta.

Pero pronto se descubrió que sigue latente el prurito sobre la necesidad de defender cada uno su parcela. Al PP en absoluto le gustó la inicial avalancha y la diputada Marta Rodríguez reprochó a su rival Torrado en los escaños de San Caetano que no les dejaran hueco para la foto de Pablo Casado. Y lo cierto es que la proporción jugaba 5-1 a favor de los carteles del candidato de la rosa.

Parecida situación se encontraron En Marea, Unidas Podemos y Ciudadanos que optaron por pegar algunos carteles en la esquina del mural. Eso sí sin aspavientos. Al otro lado el BNG que con Lucía César Veloso o Tupi, también daban por comenzada la primera fiesta política de la primavera, justo en primera semana de Pasión. Solo faltó Vox.