Los vigilantes que realizan su labor en el Hospital Comarcal do Salnés se reunieron ayer con delegados del sindicato UGT de Galicia a quienes plantearon sus inquietudes por el alto nivel de intervenciones con violencia en este centro, que supera los 400 casos al año, sin que existan los medios de protección adecuados ante estas incidencias. Uno de los casos más llamativos fue el robo del cajero automático situado en el vestíbulo principal del centro hospitalario.

Los vigilantes indicaron a los sindicalistas de UGT que el centro hospitalario comarcal situado en la parroquia vilagarciana de Rubiáns, atiende diariamente a un número importante de usuarios, más sus acompañantes, pero está protegido solamente por un vigilante por turno, a pesar de que el nivel de intervenciones en casos con violencia es alto.

Estos trabajadores de vigilancia exponen que no les han facilitado ningún tipo de protección individual, como guantes anticorte, spray de gel, chalecos antitrauma, etcétera, como sí existen en otros centros de la provincia de Pontevedra. Los sindicalistas solicitarán mejoras y material adecuado para estos vigilantes.