Los vecinos y numerosas personas que transitan a diario por el barrio de Matosinhos, en Vilagarcía, ya pueden disfrutar de la nueva imagen de la calle y de los remozados espacios, resultado de la primera fase de la regeneración urbana emprendida por el gobierno municipal. Las obras se ejecutaron en el entorno de la escuela infantil municipal de A Lomba, cuyos alumnos salieron ayer al exterior acompañados de los profesores para gozar de un área más humanizada y accesible para los peatones.

Matosinhos se encuentra en el casco urbano de Vilagarcía y constituye una zona en la que conviven cuatro centros educativos (colegios Arealonga, A Lomba, Vagalume y guardería municipal). El Concello calcula que alrededor de 4.000 personas transitan cada día por este entorno, el cual llevaba décadas sumido en el olvido.

La primera fase de la reforma ha terminado con una inversión de 219.685 euros, una cuantía dedicada no solo a mejorar la estética de las calles, sino también a renovar las redes de abastecimiento y saneamiento, una actuación que el gobierno de Varela suele llevar a cabo en todas sus grandes obras.

En cuestión de días está previsto que arranque la segunda fase, que se financiará con 338.355 euros, también con fondos propios. En este caso la mejora se concentra en el parque propiamente dicho y en los corredores de salida hacia la calle Matosinhos; en el segundo tramo de la acera de Doutor Tourón hasta el cruce con la calle Xunqueira, y en la zona peatonal de la parada de autobús frente a las torres de Caixanova. Se plantarán nuevos árboles y arbustos de pequeño porte y se instalarán nuevos juegos infantiles, además de nuevo mobiliario urbano e iluminación led, tanto en proyectores empotrados en el suelo como luminarias de diseño sencillo, discreto y funcional de distintas dimensiones ancladas en las fachadas.

En lo que respecta a la primera fase de las obras, se ejecutó en las inmediaciones de la escuela infantil municipal. El principal objetivo del proyecto era garantizar la accesibilidad y proteger a los peatones. Para ello, el acceso desde Doutor Tourón hasta la guardería se convirtió en un paseo peatonal. Las aceras, que tenían poco más de medio metro de ancho y eran muy altas, desaparecieron, dejando todo el paseo a un mismo nivel, lo que aporta una sensación de mayor amplitud.

El firme uniforme y regular construido con hormigón ofrece mayor comodidad, especialmente para las personas con movilidad reducida y para el paso de carros de bebés, sillas de ruedas y bicicletas.

Zonas verdes

Se plantaron árboles y se habilitaron nuevas zonas verdes con césped -aunque todavía está en fase de crecimiento y por tanto no se aprecia el cambio-. También se dejó a cielo abierto un tramo del regato que discurre soterrado por la zona y se renovó toda la iluminación, colocando tecnología led. Asimismo, se construyeron escaleras y rampas en las zonas ubicadas entre los edificios para facilitar el acceso peatonal.