La Consellería de Medio Rural confirmó ayer que en el incendio que desde las ocho de la tarde del lunes afectó a los municipios de Dodro y Rianxo ardieron nada menos que 1.162 hectáreas de monte. Una cifra que, en cualquier caso, podría aumentar si las llamas vuelven a reproducirse, como sucedió ayer por la tarde en Isorna, y no son controladas con rapidez. En línea con lo que se había avanzado por FARO, la mayor parte de la zona afectada es arbolado, con un total de 1.092 hectáreas dañadas, correspondiendo las restantes a monte raso.

Se trata, sobre todo, de pinares, incluidas importantes plantaciones muy jóvenes, ya que se habían realizado en los últimos años para recuperar espacios castigados por anteriores incendios.

Estos datos de la Xunta, que dio por controlado el fuego a las 22.45 horas del miércoles, permiten reiterar que el incendio de Rianxo se convirtió en una auténtica tragedia medioambiental para este municipio de la comarca de Barbanza (Arousa Norte).

Y del mismo modo la magnitud del fuego deja patente que el abandono del monte propicia este tipo de sucesos. Los vecinos insisten en que las llamas se acercaron a sus casas "debido a la gran cantidad de maleza existente".