Los vecinos acorralan a dos conductores ebrios que golpearon tres coches y un muro

Los vecinos de Catoira consiguieron retener hasta la llegada de la Guardia Civil a los dos conductores que se turnaban al volante de un vehículo que se dio a la fuga tras golpear a tres turismos y un muro.

Ayer se avanzaba que se trataba de un solo conductor que había golpeado a dos coches, pero los vecinos de Santa Baia (Concello de Catoira), donde ocurrieron los hechos en la noche del martes, consideran que había un tercer turismo afectado, el cual estaba aparcado en la zona y sufrió arañazos importantes.

De igual modo que aseguran que eran dos conductores y no uno porque, como únicos ocupantes del coche implicado -en el que también viajaba un perro- "se iban turnando para conducir", de tal forma que "los dos están implicados", garantizan.

De lo que no hay duda es de que tras retener a los autores de las colisiones llegaron al lugar los agentes de la Guardia Civil y practicaron la prueba de alcoholemia a los implicados, constando que ambos triplicaban la tasa permitida. Es por ello que se instruyeron las diligencias oportunas y que los agentes ordenaron la retención del coche, permitiendo que los dos individuos en cuestión abandonaran la zona en taxi, a la espera de ser citados por el juez.

Se trata de dos vecinos de Catoira que viajaban acompañados de "un perro que llevaban sin atar y estaba atemorizado", relatan los catoirenses que presenciaron lo sucedido.

Todo comenzó a eso de las diez de la noche del martes en una de las carreteras secundarias del municipio vikingo, la que conduce desde Vilar a Santa Baia.

Según el relato de los testigos presenciales, los dos conductores, uno natural de Catoira y el otro nacido fuera, pero también residente en esta villa, causaron importantes daños.

Primero colisionaron con un turismo que, como el suyo, estaba en marcha. En lugar de detenerse emprendieron una rápida huida, aprovechando, parece ser, para cambiar de conductor. Fue en el transcurso de la misma cuando el nuevo piloto embistió a un segundo vehículo y al muro de una finca.

Los conductores de los coches siniestrados decidieron perseguirlos y consiguieron adelantarlos y cortarles el paso atravesando sus propios vehículos en la carretera. Pronto se congregaron en el lugar otros vecinos y entre todos consiguieron que los responsables de los destrozos no se movieran de allí hasta la llegada de los agentes del instituto armado.

Durante esa espera "se vivieron momentos de tensión, ya que esos dos conductores pretendían marcharse e incluso se enfrentaron con nosotros, como hicieron después con los guardias", explican los vecinos de Santa Baia, quienes se retiraron a sus domicilios a medianoche, cuando todo había terminado.