La flota de la 'xarda' estalla contra Madrid: "Nos hacen comer las espinas"
Representantes de media docena de cofradías muestran en O Grove su malestar por el brusco recorte en sus cuotas de pesca
Arousa
Los armadores de las Rías Baixas que quieren pescar caballa frente a Asturias a partir del 1 de abril siguen profundamente molestos con el Gobierno central. Si ya estaban indignados con el brusco recorte en sus cuotas de pesca, pasando de las más de 500 toneladas del año pasado a poco más de 300 en este, su enfado ha crecido exponencialmente nada más enterarse de que solo podrán pescar 21 de las 62 toneladas de "xarda" que ahorraron el pasado año. "Estamos hartos de que nos repartan miseria y de que nos hagan comer las espinas", manifestó el presidente de la Federación de Confrarías de Pontevedra, y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas.
El pósito de O Grove acogió el viernes por la noche una reunión del sector, a la que acudieron representantes de media docena de cofradías de la provincia de Pontevedra. En dicho encuentro quedó patente el malestar de los armadores con el Ministerio de Pesca, y se avanzó que la Federación pontevedresa presentará alegaciones al reparto, con la finalidad de obtener más cuota.
En 2018, los barcos de Pontevedra pudieron pescar 550 toneladas de caballa -'xarda', o verdel-, gracias a la cuota inicial y a las aportaciones posteriores, obtenidas por el intercambio de pesquería con otros países y el llamado criterio de flexibilidad interanual. Los armadores aceptaron esa cifra a regañadientes, ya que a la hora de hacer el reparto de la pesca en el Cantábrico Noroeste, el Ministerio prima a la flota del País Vasco porque utiliza criterios históricos de pesca, beneficiando a quienes tradicionalmente más caballa extrajeron. A Pontevedra, en cambio, solo le tocaba un 4,7 por ciento del total de la pesquería, pese a tener el mayor número de barcos y tripulantes.
Aún descontentos, subieron una treintena de embarcaciones de la provincia de Pontevedra a los caladeros del Cantábrico Noroeste, y pudieron trabajar durante nueve jornadas. Entre tanto, sus compañeros que quedaron frente a Galicia no consumieron todo su tope de 'xarda', y les sobraron 62 toneladas.
En Pontevedra daban por hecho de que todo ese pescado iba a ser para ellos en este 2019 -en realidad, serían 53.000 kilos, puesto que se hace un descuento sobre el total-, pero a la hora de la verdad, lo que ha hecho el Gobierno central es meter las 62 toneladas que ahorró Pontevedra en una bolsa común y repartirlo todo con los mismos criterios históricos que tanto escuecen en Pontevedra. El resultado es que los barcos de la 'xarda' de las Rías Baixas solo podrán disfrutar 21 de esas 62 toneladas. "El resto se lo llevan los barcos del País Vasco, que ya eran los que más cuota tenían", se queja el patrón mayor de O Grove, Antonio Otero.
El presidente de los pósitos de Pontevedra, José Manuel Rosas, incide en que "nosotros ahorramos 62 toneladas gracias a que hicimos una gestión modélica del recurso, y ahora resulta que nos tocan las espinas y las escamas de ese pescado". Pontevedra lleva años solicitando al Gobierno central que deje de aplicar criterios históricos, y que reparta entre las provincias según el volumen y tonelaje de su flota. Rosas manifiesta al respecto que "en este país se está diciendo constantemente que somos todos iguales. ¿Pues dónde está la igualdad aquí? La provincia de Pontevedra solo reclama el derecho a explotar algo que es un bien común, una pesquería que está en aguas que son de todos los españoles".
Él, como muchos otros pescadores pontevedreses, está convencido de que Madrid reparte así las cuotas por si acaso en un momento dado vuelve a necesitar un favor político de los vascos, y esté deseando, "que llegue un político valiente" para cambiar la situación a favor de Galicia.
Así las cosas, el tijeretazo sobre la cuota sin consumir del año pasado no hace más que agravar el enfado de los pescadores pontevedreses, que ya vieron bajar su cuota desde las 550 toneladas de 2018 a las entre 350 y 400 de este. Como además se han apuntado más barcos que hace un año para subir al Cantábrico -están inscritos 44-, los nueve días de faena que tuvieron entonces se verán reducidos a la mitad. "Le echamos la cuenta, y salen cuatro días y medio de trabajo por barco", afirma Rosas.
Es una cantidad tan exigua que quizás al final más de un armador dé marcha atrás y prefiera quedarse frente a Galicia, por miedo a perder dinero con el viaje al Norte. En ese caso, si hay menos barcos, los que suban podrían echar uno o dos días más de faena.
O Grove y Cambados son dos de los principales puertos de Galicia en cuanto a pesca de caballa en el Cantábrico. Están anotadas unas 20 embarcaciones entre los dos muelles arousanos para la campaña, con lo que darían empleo directo a un centenar de personas. Otros puertos relevantes son los de O Morrazo, A Guarda y Baiona. A nivel continental, Bruselas también ha impuesto un recorte de capturas a España para el presente ejercicio, dado que los científicos consideran que la caballa va a menos.
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