En los años 60 del siglo pasado, la capilla de O Hospital pasaba todo el año cerrada y estaba prácticamente vacía. Fue entonces cuando el cura párroco de Santa Mariña Dozo, Antonio Liste Rodríguez, preguntó a dos vecinas de la zona si podrían hacerse cargo de ella. Quería que la abriesen de vez en cuando y que se encargasen de limpiarla y atenderla.

Las mujeres eran María Rodríguez, y Baselisa Trigo Martínez, una pescantina que vivía en O Hospital, y que sería quien finalmente se quedó más tiempo, pues la primera de ellas terminaría dejándolo. Fue así como empezó la relación de una familia de Cambados con el pequeño templo que hoy volverá a ser un hervidero de gente por la fiesta del Nazareno.

Una relación que pervive en la actualidad, y que mantienen la nieta de Baselisa Trigo y su esposo. Montserrat Domínguez Baúlo cuenta que cuando su abuela se hizo cargo de la capilla, ésta estaba vacía. Lo único que se guardaba en su interior eran las imágenes: la del Nazareno, que se encontraba en una hornacina, a la derecha de la entrada, y que ni siquiera tenía ropas; y las de la Candelaria, San Blas, Santa Lucía y San Antonio.

En ocasiones, Baselisa Trigo llevaba a la capilla a su hija más joven, Clementina Baúlo Trigo, "Catuxa", que con el tiempo se convertiría en una persona muy conocida en Cambados al abrir una floristería en el barrio de O Hospital.

Y llegó un día en que Baselisa Trigo dejó en manos de su hija "Catuxa" las tareas del cuidado de la capilla. Un encargo que su hija acogió con renovada ilusión, hasta el extremo de que empezó a abrir todos los días a los fieles.

Fue en la época en la que su marido estaba emigrado en Venezuela cuando "Catuxa" empezó a comprar manteles para la capilla y ropa para los santos. También empezó a recoger las limosnas de los feligreses y, poco a poco, la capilla se fue transformando completamente. Fue así, gracias a las aportaciones de los cambadeses, como se compraron los bancos, como se hizo la tribuna nueva, como se pintó el altar mayor y hasta como se reparó el tejado. "Cambados siempre se portó muy bien con la capilla", cuenta Montserrat Domínguez.

Pero no solo su madre se implicó en la actividad religiosa. Dos de sus hijos, Antonio y Anselmo Domínguez Baúlo colaboraron también mucho, hasta el extremo de que la primera vez que salió la procesión del Nazareno fue gracias a ellos y a una prima, Pilar Durán. "Antes, solo se hacían misas. La primera procesión salió hace unos 40 años". Anselmo Domínguez, que llegó a ser jefe de Enfermería en el Complejo Hospitalario de Pontevedra incluso se encargó de construir un carro para que pudiese salir la imagen de Jesucristo. Entre tanto, su hermano Antonio se ocupaba de la actividad más relacionada con la liturgia, y echaba una mano en las misas. Él fue uno de los fallecidos en el naufragio del O Bahía, un accidente marítimo que sembró el dolor en Cambados en 2004.

De esas primeras procesiones, lo que más recuerda Montserrat Domínguez, que hoy tiene 54 años, "son las actuaciones de la banda de música de la Brilat. Eran impresionantes".

Pasaron los años, y "Catuxa" cayó enferma. Pero ni siquiera entonces su familia se apartó de la capilla. Su marido se puso a hacer lo que antes había hecho su esposa, y los dos hermanos siguieron trabajando en lo que podían.

Su hija, Montserrat Domínguez ha cogido el testigo de esa labor, y cuenta con la ayuda de su marido, Alejandro Prado García, y del párroco de Santa Mariña, José Aldao. "Le recuerdo en mi casa desde que era pequeña. Hoy para mí es como un hermano mayor". También cuentan con el apoyo de vecinos, amigos y otros familiares, que van a abrir o cerrar los días que el matrimonio no puede hacerlo. "La gente de Cambados se implica muchísimo. Gracias a los donativos de los vecinos se puede hacer todo lo que se hace". Esto año, por ejemplo, cambiaron las ventanas de la hermosa capilla.

Por todo ello, el día de hoy será enormemente especial para ella. Tanto que aún se emociona cuando se le habla de lo que esta fiesta supone para ella. "Para mí el Nazareno es muy especial por todo lo que significó para mi familia". Ve que hoy es una fecha principal en el calendario religioso arousano, y le duele la nostalgia. "Todo esto es gracias a los que faltan".

Misas desde las 8.30 horas

La primera misa de la mañana en la capilla de O Hospital es a las 8.30 horas, y a esta le seguirán las de las 10.00, 11.00 y 12.00. Ya por la tarde, son a las 17.00, 18.00, y 19.30 horas. La procesión saldrá sobre las 20.30 horas. Está previsto que hoy llueva algo, aunque según la Agencia Estatal de Meteorología no lo hará a la hora de la salida de la marcha religiosa. La procesión sale de O Hospital y sigue por Isabel II hacia la Praza do Concello. Luego continúa por el paseo marítimo, la avenida de Galicia, Catro Camiños, y vuelve a la capilla.