Marcial Dorado fue condenado en firme por narcotráfico en 2011 y por blanqueo de dinero en 2016. En esa última sentencia, se valoró su patrimonio en 21,5 millones de euros, incluyendo en esa cifra el dinero que sus sociedades tenían en el extranjero. Pero la tramitación que se exige para vender este tipo de propiedades es muy farragosa, de ahí que el Plan sobre Drogas tardase más de dos años en convocar la primera subasta con bienes de Dorado.

Lo hizo a finales de 2018, y logró recaudar 430.000 euros. Ese dinero se obtuvo de la venta directa al Concello de Vilagarcía de la Casa Jaureguízar, por 170.000 euros; y por la adjudicación de un chalé con vistas al mar situado en Baiona, por 160.000 euros; y de varias fincas rústicas ubicadas en la provincia de Ávila, por las que su comprador abonó 100.000.

Asimismo, en 2018 la Hacienda de Portugal vendió por 70.000 euros las dos "quintas" que el histórico contrabandista isleño compró entre los años 90 y principios de los 2000, y en las que pretendía crear una gran explotación de vino. Desde el entorno de Dorado afirman que esas propiedades se malvendieron por culpa de la administración de Justicia de España, que, siempre según su versión, no permitió a los Dorado liberar 60.000 euros de una de las empresas para pagar una deuda que tenían con la hacienda portuguesa.

A consecuencia de ese impago, el fisco luso se hizo con la propiedad de la casona y de los terrenos, con lo que los 70.000 euros ingresados por su venta se quedan en Portugal. Marcial Dorado tiene 68 años, y está previsto que este año acceda al tercer grado penitenciario.