-Usted ha roto barreras en el mundo del fútbol femenino a todos los niveles. Ha sido la primera jugadora en ser requerida por los mejores clubes del mundo, la primera en cuestiones de contratos de patrocinio, incluso la primera en dar su nombre a un estadio? ¿qué más se puede esperar de una carrera como la suya?

-Siempre se puede esperar más porque sigo teniendo objetivos y sigo en activo, pero he vivido momentos que me hacen ser consciente de que soy una privilegiada. Lo del estadio es el mayor reconocimiento a mi carrera. Además estando en activo y con el tema social que supone que un estadio de fútbol emblemático, además de tu ciudad, tenga nombre de mujer ayuda mucho a la igualdad de géneros.

-Incluso en 2015 solicitó a EA Sports que incluyese selecciones femeninas en su juego de fútbol. Y lo consiguió.

-Sí lo conseguí. Fue una propuesta que en unos días consiguió muchas firmas de apoyo. La empresa se dio cuenta de que había que sumarse a esa corriente del fútbol femenino. Se dieron cuenta de que se puede educar también en igualdad a través de los juego electrónicos.

-Y tampoco dudó en sumarse a la iniciativa CommonGoal en favor de la reintegración social de la infancia. Una idea que se basa en aportar el 1% del salario a este fin.

-Siempre he estado muy comprometida con la causa social. Si puede ser a través de mi deporte mucho mejor. Se trata de devolver parte de lo que nos ha dado este deporte ayudando a gente a cambiar sus vidas. Estaba convencida de que quería entrar en ese grupo. Contacté con Juan Mata, además llevaba años con la ilusión de conocerle, y con CommonGoal dije que era el momento de sumarme a este proyecto y estoy encantada de participar.