Los bosques

El archipiélago de Cortegada es el menor de los cuatro que forman parte del Parque Nacional Illas Atlánticas: Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.

En total, el Parque Nacional cuenta con una superficie de 8.500 toneladas; el 86 por ciento de esa superficie es marina. En el caso de Cortegada, la superficie que forma parte del parque es de 191 hectáreas, de las cuales algo menos de 44 son de tierra. En este cómputo no solo figura Cortegada, sino también las dos Malveiras (la Grande y la Chica), Briñas y el Illote do Con.

El Plan Rector deja claro que Cortegada es un tesoro desde el punto de vista medioambiental. Hasta mediados del siglo pasado, grandes extensiones de la isla estaban todavía ocupados por parcelas agrícolas. Sin embargo, cuando desapareció la explotación agraria, diferentes especies de árboles colonizaron ese terreno, dando lugar a los mayores bosques naturales y seminaturales de todo el Parque Nacional. Destacan los de laurel y los de roble, que han atraído la atención de naturalistas de toda Europa.

Y es que el paisaje de Cortegada contrasta vivamente con el de las demás islas del parque, que presentan una silueta más abrupta y dominada por los matorrales, mientras que en la de Carril la orografía es más llana -la elevación máxima es de 19 metros- y la presencia de árboles es prácticamente total.

La receta del éxito para Cortegada parece contenida en el Plan Rector, y pasaría por fusionar lo que ya se ha vendido, los bosques, con los tesoros de un patrimonio tan rico como misterioso.