El clima anticiclónico de los últimos días ha facilitado el trabajo al Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), asentado en O Grove.

Los biólogos y estudiantes llegados de diferentes partes del mundo que integran el equipo abanderado por Bruno Díaz pudieron estudiar con detenimiento y proximidad a los mamíferos marinos de la ría de Arousa, constatando una vez más lo mucho que gusta a los delfines mulares eso de divertirse y socializar.

El propio Bruno Díaz explicaba ayer que su equipo ha "aprovechado al máximo la presencia del anticiclón para realizar varios días de muestreo desde la costa de O Grove y a bordo de una de las embarcaciones".

De este modo, con "una combinación perfecta de buen tiempo y un gran número de delfines socializando", el centro de investigación pudo analizar "su ecología y comportamiento en Arousa".

Así las cosas, el BDRI amplía sus conocimientos y el proyecto científico que desarrolla, pero al mismo tiempo permite a la sociedad en general disfrutar de imágenes realmente espectaculares en las que se aprecian las acrobáticas maniobras de los delfines cuando nadan entre esas grandes despensas de alimento que son para ellos las bateas de cultivo de mejillón.

No es la primera vez que el BDRI de cuenta del bullicio de estos animales, indicando que a los delfines mulares gallegos "les encanta mostrar sus saltos acrobáticos", realizados "por varias razones diferentes, que van desde la emoción hasta la socialización, la alimentación o para tener una mirada más clara sobre el nivel del mar".

Bruno Díaz, que durante una década estudió a los mamíferos marinos en Cerdeña, incluso apuntó el verano pasado que los arroaces gallegos son más "acróbatas" e incluso están más felices que los delfines del Mediterráneo, y sin duda su comportamiento en la última semana parece avalar esta teoría.