Con algo más de 10.300 habitantes, el Concello de Vilanova carece en la actualidad de un Punto de Atención Continuada (PAC) en el centro de salud. Esta situación viene repitiéndose desde hace más de una década, cuando Sanidade decidió retirar las guardias localizadas de tarde en esas instalaciones y enviar a todos los pacientes a los PAC de Cambados o Vilagarcía.

Sin embargo, los usuarios del centro han vuelto a reabrir este viejo debate, al que también se ha sumado Gañemos Vilanova, y reclaman que las dependencias de Cálago vuelvan a tener urgencias, con un PAC plenamente consolidado en el que no solo se atendería a los vecinos de Vilanova, sino también a los de A Illa. La formación que encabeza Elena Cores emitía ayer un comunicado en el que lamentaba la ausencia de un PAC en Vilanova, lo que obliga a los vilanoveses "a desplazarse a otros municipios, una situación que lleva años causándoles un perjuicio importante sin que desde las administraciones se solucione".

A los desplazamientos hay que unir una situación que ocurre demasiado a menudo, sobre todo en la época del virus de la gripe, cuando se acaban colapsando ambos centros de salud. Esta situación también se vive en el verano, con el importante crecimiento que experimenta la población en la comarca de O Salnés debido a la llegada de turistas.

Si crease el PAC de Vilanova, consideran en Gañemos, se garantizaría un servicio de urgencias adecuado a una población aproximada de 15.000 personas, al acoger tan solo a los vecinos de Vilanova y de A Illa, lo cual no solo redundaría en una mejor atención de los pacientes de estos dos municipios sino que reduciría también el colapso que experimentan los puntos de atención continuada situados en Vilagarcía y Cambados. Para la formación que encabeza Elena Cores resulta fundamental la existencia de un servicio de urgencias sanitarias de proximidad, al que se pueda acudir en cuestiones de salud menos graves.

Vilanova tuvo un servicio de urgencias localizadas hasta 2002, cuando la Consellería de Sanidade decidió retirarlo al considerar que la existencia de servicios similares en municipios limítrofes era suficiente para atender a los vecinos de este municipio. Además, consideraba que las guardias localizadas eran poco eficaces. Pese a las protestas que se generaron en su momento, la Consellería de Sanidade mantuvo su apuesta, e incluso, resultó respaldada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que desestimó la denuncia de Vilanova.