El Concello de Vilagarcía ha decidido cortar al tráfico rodado la calle Vázquez Leis, en Vilaxoán, al detectar el hundimiento del pavimento como consecuencia de la formación de un enorme socavón bajo el firme, que pone en peligro a conductores y peatones. La incidencia fue localizada a la altura de las instalaciones de la cofradía de pescadores "Virxe do Rosario".

La decisión municipal fue adoptada como medida de precaución, ante el riesgo de hundimiento que presenta la carretera, totalmente hueca en un tramo de unos 10 metros de longitud. Esta circunstancia se detectó después de un par de lavados de adoquines, lo que permitió a los operadores locales notar el nivel existente de erosión debajo de la superficie.

Ante la envergadura de la zona afectada por el hundimiento, un arquitecto de la Oficina Técnica fue a inspeccionar el lugar para determinar las medidas a adoptar. Como se indicó, el aspecto parece ser producido por fugas de agua de las antiguas redes de agua de lluvia y saneamiento que con el tiempo se han erosionado y se ha tomado material de relleno. Ante esta situación, y ante las dudas de que en estas circunstancias la sección de la carretera podía soportar el peso de la circulación continua de los vehículos, optó por cortar el tráfico de vehículos.

Se da la circunstancia de que el Concello de Vilagarcía de Arousa ya tenía prevista la remodelación de la calle Vázquez Leis a través de un programa de "humanización" de áreas urbanas que también contempla la renovación completa de las redes de saneamiento y suministro de agua, muy antiguas en esta zona de Vilaxoán.

La ejecución del proyecto fue adjudicada el lunes a la empresa Nexia, por lo que las obras comenzarán a finales de este mes o a principios de marzo. Pero a la vista del hundimiento de un tramo de la calzada, el ejecutivo local agilizará los procedimientos burocráticos antes de la firma del contrato para que los trabajos comiencen lo antes posible.

El proyecto se financia con una subvención de 150.000 euros del Plan de Obras e Servizos de la Diputación Provincial y con fondos europeos a través del programa "Vilagarcía Avanza".

La idea es que el peatón sea el protagonista principal de una calle que, sin embargo, continuará manteniendo el tráfico. Para ello, toda la ruta se dejará al mismo nivel, diferenciando la zona peatonal del tráfico de vehículos a través de diferentes aceras. En la zona de la banda de rodadura, se utilizará hormigón blanco cepillado y los pavimentos se cubrirán con losas de piedra (granito silvestre), similares a las que existen en la plaza.

Todas las barreras arquitectónicas serán eliminadas. Las obras tienen un plazo de ejecución de tres meses.