José Antonio Prieto Fernández llegó en ambulancia desde el hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo, en el que estuvo ingresado. Tras acogerse ante la jueza a su derecho a no declarar salió como entró, es decir, en camilla y cubriéndose la cabeza, para ser llevado a la cárcel en otro vehículo médico, éste de Protección Civil de Cambados.