-- En lo tocante al mundo laboral ¿existe mucha demanda de empleo en Arabia?

- No sabría decirte, pero sí es cierto que se percibe dinamismo, incluso aquí donde trabajo hay muchísima gente empleada y una multitud de profesiones: albañiles, fontaneros, electricistas, soldadores, transportistas, palistas con excavadoras, pintores? de todo. Y gran cantidad de empresas, con personal proveniente de diversas culturas. E incluso gente trabajando en seguridad, que están muy encima, atentos a que cumplas en todo momento toda la normativa de seguridad en el trabajo.

- ¿Qué más le sorprendió al llegar a Arabia?

- El calor, que es inmenso y con mucha humedad. Fue bajar del avión el primer día, a las 23 horas, y hacía un calor enorme. Es duro adaptarse a estas temperaturas. En la obra, donde se trabaja seguido durante las 24 horas, me tocó el turno de noche y, la verdad, lo prefiero. Es un turno de ocho horas, pero aún siendo de noche empiezas a sudar con el calor que hace nada más llegar, y no paras de sudar y beber durante la noche. Además este turno permite disfrutar de la playa durante el día.

- ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la cultura árabe?

- Lo que más, el tema religioso, porque las normas son muy severas. Yo respeto todas las creencias y me adapto, esto nunca me ha supuesto problema alguno? Pero tampoco me queda otra, porque aquí son muy estrictos, no me gustaría tener problema alguno por este tipo de cuestiones con gente de aquí o probar una cárcel árabe, aquí la ley es muy rígida con estas cuestiones, cabe ser precavido.

- ¿Qué echa de menos?

- Lógicamente la familia, los entrenamientos de fútbol y los partidos con mis compañeros del Unión Dena, la libertad de quedar y salir a tomar algo...