Salvamento Marítimo tuvo que volver a hacerse a la mar ayer por la mañana para rescatar a otro pesquero que se quedó a la deriva a la altura del monte San Pedro, en A Coruña. La Salvamar Betelgeuse remolcó a puerto al Frisan, que se quedó sin motor entre el mal tiempo y a seis millas de tierra.

Los miembros de Salvamento evitaron de esta forma el que pudo ser el tercer siniestro en la costa gallega en tan solo tres días tras los naufragios del Sin Querer Dos al sur de Fisterra y el Silvosa en Malpica, que dejaron un total de cuatro víctimas mortales y un desaparecido.

Y es que la situación meteorológica de ayer complicó cualquier labor de rescate e incluso de búsqueda, como afirmaron desde Salvamento. "Hoy las condiciones meteorológicas son adversas y hay escasa visibilidad", explicaron en relación al rastreo que realiza el buque Don Inda para intentar localizar al marinero Guillermo Casais, la única persona que continúa desaparecida tras el hundimiento del barco de Portonovo.

El Frisan es un barco de artes menores con puerto base en A Coruña, de dónde había salido ayer para capturar pulpo. Está fabricado en madera y cuenta con casi 12 metros de eslora. Según explicaron miembros de su tripulación, el motivo por el que se quedaron a la deriva y dieron la voz de alarma es que se rompió la bomba de agua que llevaban a bordo. El barco, construido en 1994, se quedó sin motor y necesitó ayuda para poder regresar a puerto.

Los dos hundimientos en 24 horas en la costa gallega no han sido los únicos de este año. El caso más grave es el del Sin Querer Dos, pero no son pocos los que recuerdan que otro barco gallego, el Dorneda, también se hundió este año. El buque vigués se fue a pique a 308 millas de Argentina y se cobró la vida de dos marineros de origen peruano. Antes, el último domingo de febrero, un hombre y una mujer naufragaron cuando salieron a navegar en su planeadora Alicia Tercera. Ambos nadaron para tratar de llegar a la costa, pero solo el hombre lo consiguió.