Para que el rebaño de Con da Hedra siga reproduciéndose como lo hace y los ejemplares que lo componen puedan gozar de tan buena salud es fundamental la alimentación que las vacas encuentran en los montes de San Vicente que tienen a su disposición. Pero también lo son los suplementos alimenticios que reciben de manos de los comuneros, encargados de aportarles hierba, paja y espigas de maíz, entre otros "caprichos". Ni que decir tiene que la comunidad también se encarga de la realización de inspecciones sanitarias periódicas para mantener el ganado perfectamente saneado, al igual que acondiciona el establo en el que se refugian las reses en caso de mal tiempo o sol intenso.

En definitiva, que los comuneros miman a estos animales que ya se han convertido en un elemento característico de esta parroquia grovense.