Los grupos ecologistas y las empresas que se dedican a realizar travesías turísticas por la ría de Arousa para el avistamiento de aves y delfines están de enhorabuena, puesto que este año se están viendo muchos ejemplares. Pero lo que para unos es un sueño, para los pescadores puede ser una pesadilla. Es el caso de los armadores del "xeito", que aseguran estar sufriendo daños constantes en sus redes ocasionados por los delfines.

Los animales se aproximan a los barcos para alimentarse de los peces que los marineros han atrapado con sus aparejos. Pero para llegar hasta esos peces, los delfines rompen las redes de unos pescadores que ven desesperados como la administración les da la espalda. Han pedido en varias ocasiones un plan de control de las poblaciones de "arroaces", o que la Xunta de Galicia les indemnice por los daños sufridos, pero la administración les responde con evasivas.

Los armadores de Cambados están muy molestos, pues según su propia apreciación, el número de delfines en la ría se ha disparado en los últimos meses, y "ya es raro el día que volvemos a puerto con todas las redes enteras", afirma Baldo Domínguez. Otro armador, Fernando Bugallo, sostiene que "yo pierdo 5.000 o 6.000 euros al año por desperfectos en los paños".

Lo que están haciendo los marineros es arreglar ellos mismos las roturas, para no gastar más dinero, pero eso lo hacen a cuenta de sus momentos de descanso. Rafael Varela explica que "los ecologistas trabajan de lunes a viernes, y el sábado y el domingo descansan y van de paseo con su familia. Pero mi gente y yo tuvimos que pasar este sábado pasado en la chabola arreglando las redes". "Yo ya he ido al mar sin dormir porque el tiempo que tenía para descansar un poco por la tarde lo tuve que dedicar a arreglar las redes", añade Fernando Bugallo.

En la ría de Arousa hay unas 80 embarcaciones que se dedican al "xeito". Son de los puertos de Cambados, Rianxo y A Illa, y en la ría de Pontevedra los hay en Combarro y Portonovo. Ellos son los principales damnificados por los ataques de los delfines a los aparejos, pero ya avisan de que si la población de este cetáceo no se controla de algún modo, en poco tiempo afectará a más sectores, como el propio cerco o las artes menores. Baldo Domínguez alega que "el delfín es un animal que no tiene depredador, así que su población va a tender a crecer siempre. Si no frenamos ese crecimiento, en pocos años tendremos un problema grande en la bajura".

Por ello, lo que piden a la Xunta es que o bien controlen de algún modo las poblaciones de cetáceos en las aguas pesqueras, o bien que indemnicen los daños causados por estos animales en las redes. Rafael Varela pone el ejemplo de lo que hace la Xunta con los ganaderos por las pérdidas ocasionadas por el lobo. "Nos parece bien que quieran proteger a los delfines y a los lobos. Pero lo que no se puede es dejar que una familia se arruine por culpa de los delfines".

Fernando Bugallo prosigue indicando que "si las administraciones cubren los daños ocasionados por especies protegidas terrestres, ¿por qué no hacen lo mismo con las marinas? Nos están discriminando". Argumentan que el arreglo de cada aparejo puede suponerles una media de 400 euros, y que si no quieren gastar ese dinero no les queda más remedio que quitarle tiempo al descanso y a la familia. "Nosotros también tenemos derecho a pasar unas horas con nuestros hijos", protesta otro armador de la villa.

En aumento

Los avistamientos de cetáceos en la ría de Arousa y las zonas costeras más próximas a tierra han aumentado en los últimos meses, como constatan las organizaciones de estudio de animales marinos y las empresas turísticas. Los armadores del "xeito" también lo dicen.

Fernando Bugallo plantea que "vayas donde vayas, te los encuentras. Están en Sálvora, están en la ría... Incluso hay una pareja viviendo dentro del muelle de Tragove". Rafael Varela, por su parte, declara que "hay una familia muy grande al norte de O Grove, y entre Vilagarcía y Rianxo se ven cuatro o cinco grupos, con algunos individuos que son enormes".

En consecuencia, los daños también van en aumento. Baldo Domínguez señala que en 2014 empezó con su actual barco en Portonovo, "y no tuve ni un solo incidente en todo el año. Ahora, si un día vuelves a puerto sin que me hayan tocado la red, ya vengo contento". Por ello, dado que el problema ha aumentado, creen que la Xunta de Galicia no puede dar más rodeos, y tiene que mirar el problema de frente. Porque ellos no sacan la cámara de fotos cada vez que ven un "arroaz" en el mar para inmortalizar el momento publicando la imagen en su página de Facebook. Para ellos, cuando hallan uno de esos animales cerca de las redes, empieza el dolor de cabeza.