El Concello de Vilagarcía se sumerge en una nueva iniciativa para los niños de la localidad. Esta vez se trata de un proyecto totalmente diferente, un taller de arquitectura, urbanismo y paisaje para la infancia y la juventud con el que quieren concienciar a los más pequeños sobre la importancia de sentir y disfrutar las ciudades. Así lo afirman los promotores de este proyecto, que se titula "A Vila do Mañá", y que se desarrollará la próxima semana por las calles de la ciudad.

Desde el lunes, 6 de agosto, hasta el viernes 10, un total de 110 niños del Campamento Urbán de Verán y de la ludoteca del Anexo A Lomba podrán disfrutar de multitud de actividades lúdicas y que, a la vez, tienen una función socio- educativa. En la jornada del viernes se sumará el Centro Lar, vinculado al Festiclown.

Les acompañarán durante todas las jornadas un total de 20 monitores, de los cuales 15 pertenecen al campamento y la ludoteca. Los cinco restantes vienen del propio proyecto para dirigir las actividades. El jueves y el viernes se sumarán otros 20 adultos, procedentes de centros de formación de monitores de tiempo libre.

Este proyecto, dirigido a niños de entre 3 y 12 años, se lleva a cabo gracias a la empresa Post Arquitectos, quienes trabajan desde hace años en esta iniciativa, llevándolo por Ribeira, Rianxo y Bueu. Ahora desembarca en Vilagarcía para concienciar a los niños de la cantidad de coches que inundan las calles, provocando un cambio en su forma de pensar de cara al futuro de la sociedad.

Paola María, concejala de Urbanismo en Vilagarcía, definió ayer el proyecto en la presentación del mismo como una "vuelta al pasado", recuperando esa infancia que muchos vivieron jugando en las calles y que se han perdido casi por completo. Asegura que "los niños viven en cajas que son sus casas y salen a otras cajas como colegios, polideportivos o, lo que es peor, parques infantiles".

"Nos sentimos prisioneros de las ciudades, invadidos por los coches, una forma de vida que hace que los más pequeños no disfruten de los espacios y, lo más importante, no sepan diferenciar entre las ciudades. Los mayores lo disfrutamos de otros modo", declaró.

Y es por ello que los niños tomarán las calles, de manera literal. El próximo jueves y viernes la calle Conde Vallellano permanecerá cerrada al tráfico por la mañana, invadida por los benjamines para que entiendan el protagonismo que las personas deben tener en las ciudades. Las actividades se desarrollarán en dos grupos diferentes. Los niños de 3 a 5 años realizarán estos juegos desde un espacio interior, el edificio de la Peixería. Los mayores de 6 años saldrán a los espacios públicos de la ciudad, en particular a las calles peatonales.