La Unión Europea (UE) ya no pone impedimentos para la autorización de las variedades de uva híbridas y la posterior comercialización de los vinos obtenidos con ella, como tradicionalmente se le dijo desde la Xunta de Galicia a quienes intentaron de una u otra forma conseguir que se legalizase la uva Folla redonda y los caldos que produce ésta, popularmente conocidos como de Barrantes. El escollo que hoy por hoy impide vender estos vinos sin tener que mirar por encima del hombro para evitar una multa está mucho más cerca de Galicia, en Madrid.

El Gobierno central aprobó en 2003 una Ley de la Viña y el Vino, mucho más restrictiva que la europea. En uno de sus artículos se apunta específicamente que en el Estado solo se podrán etiquetar y comercializar los vinos procedentes de variedades de uva de la especie europea Vitis Vinífera pura. Y los tintos de Barrantes no cumplen con esta condición, pues se cree que son el fruto de un mestizaje entre las Vitis Vinífera y otras variedades europeas o americanas, como la Alicante Ganzin, la Aramon o la Vitis Rupestris.

El Ayuntamiento de Ribadumia aprobó la semana pasada una moción del grupo de gobierno instando a la Xunta de Galicia a incluir la Folla redonda en la lista de variedades autorizadas para hacer vino, y a realizar todos los estudios necesarios para legalizar en un futuro la venta y etiquetado del tinto de Barrantes. Un texto que está de plena actualidad habida cuenta de que solo unos días antes la Guardia Civil se incautó en un bar del municipio de cientos de litros de vino de esta variedad, y de que esta misma noche empieza en Barrantes la Festa do Viño Tinto do Salnés, una cita que convertirá a Ribadumia en la capital festiva de O Salnés hasta el domingo.

Pero es muy probable que si Ribadumia quiere de verdad luchar por la legalización de estos caldos no bastará con la presentación de una moción, y que tendrán que hacer mucho trabajo en los despachos. Porque a día de hoy, la filosofía de las autoridades españolas es contraria a abrir las puertas del mercado a los caldos híbridos o interespecíficos. Tanto en la Consellería do Medio Rural como en el Ministerio de Agricultura prefiere jugar sus bazas a favor de los vinos protegidos por una denominación de origen.

Un investigador consultado ayer por FARO, que prefiere mantenerse en el anonimato dado que una eventual comercialización regulada del tinto de Barrantes es un asunto tremendamente espinoso para muchas personas, aseguró que "existen argumentos que posibilitarían la legalización", hasta el extremo de que los caldos híbridos se venden de forma oficial en Estados Unidos, e incluso en algunos países europeos, como Alemania o Italia. De hecho, la misma fuente sostiene que los alemanes ya han autorizado los caldos procedentes de la variedad Regent, al igual que los obtenidos de uvas Orion o Phoenix.

La legalización del tinto de Barrantes afectaría a unos 800 viticultores de O Salnés, pues hay plantaciones en otros municipios de la comarca, como Vilanova, Cambados, Meaño, Meis y hasta Vilagarcía. Esta es la razón de que Ribadumia haya apelado a la solidaridad comarcal, y pida a los municipios vecinos y a la Mancomunidade do Salnés que respalden su petición a la Xunta. Los alcaldes, consultados el lunes por este periódico, ya manifestaron su intención de apoyar a Ribadumia.

La malvidina

Un experto consultado por FARO descarta que el tinto de Barrantes pueda ser más perjudicial para la salud de lo que es cualquier otro vino protegido por una denominación de origen. Sí admite que tiene un mayor porcentaje de malvidina que otros caldos -la malvidina es un diglucósido natural que se ha relacionado con problemas digestivos e incluso con ciertos cánceres-, pero recuerda que a cambio el tinto de Barrantes tiene menos sulfitos y etanol que otros vinos legales, por lo que por ese lado sería más saludable. "Como todo en la vida, es malo dependiendo de las dosis y de las características de la persona que lo toma. También las carnes rojas están relacionadas con el cáncer", cita a modo de ejemplo para evitar una alarma que en su opinión no está justificada. De hecho, recuerda que muchos médicos de la zona no ven mal un consumo moderado de este vino por su riqueza de taninos.