Se llama "Luis Muxía", mide 1,1 metros de largo y pesa 28 kilos. Es una cría de foca gris que fue recuperada, gravemente enferma, por miembros de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) y la Xunta.

Tras someterse a un primer proceso de recuperación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de dicha organización, en Nigrán, ahora es el momento de que este ejemplar juvenil de lobo marino disfrute de una piscina más grande, se readapte y gane peso y fuerzas, tratando de alcanzar la mejor forma física posible antes de regresar a la libertad, previsiblemente dentro de tres o cuatro semanas.

Para ello ha sido trasladada al Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), las instalaciones académicas situadas en Niño do Corvo (A Illa de Arousa) dependientes de la Consellería do Mar y en las cuales ya se recuperaron otras cuatro focas en años anteriores.

De este modo, a los cuidados de los técnicos del Cemma se sumarán los "mimos" de los alumnos y del profesorado del Igafa, que además aprovecharán la presencia de "Luis Muxía" en una de sus piscinas para analizar todo tipo de aspectos relacionados con el cuidado de mamíferos marinos y la preservación medioambiental, tal y como explican en la Consellería do Mar.

Localizada el pasado 17 de febrero en la costa de Muxía, esta foca gris sigue los pasos de otras como "Orzán", localizada el 1 de enero de 2013 en la playa coruñesa que le dio nombre.

Fue en marzo de aquel año cuando, tras pasar por el Igafa, fue embarcada en un pesquero en el puerto de Vigo para poner rumbo hacia su libertad, que la esperaba en aguas de Irlanda.

En 2014 fue el turno de "Raciño", que tras recuperarse en A Illa zarpó a mediados de marzo desde Marín con rumbo al Gran Sol.

La protagonista en el Igafa en el año 2016 fue "Camelle", encontrada el 21 de febrero de aquel año con solo 17 kilos de peso e importantes heridas. Aquella primavera, tras recuperar la masa muscular necesaria, esta foca también fue liberada en su entorno natural.

Y ya el año pasado llegó el momento de recuperar a "Lucero", una cría de foca que había quedado atrapada por las redes de un pesquero en Cedeira en diciembre de 2016.

Este pequeño lobo marino, de solo un metro de largo y 22 kilos de peso, hizo hace un año el mismo recorrido que "Luis Muxía" ahora, siendo trasladado desde el UCI de Nigrán al Igafa para recuperarse por completo de sus heridas y volver a ser libre.