La escuela de danza y música Coda, de Vilagarcía, parece haber encontrado el camino del éxito con la adaptación en clave musical de grandes éxitos del cine familiar. Recibieron aplausos y elogios con su "Rei da sabana" inspirado en la emotiva historia del Rey León, y ahora llevan el mismo camino con su "Shrek. O musical", una adaptación al gallego de las aventuras del entrañable ogro.

El Auditorio de Vilagarcía presentó ayer una muy buena entrada para asistir al primero de los dos pases que el grupo dará en Vilagarcía en esta ocasión (el segundo es esta tarde, de nuevo a las 18.00 horas). El público era básicamente familiar, como corresponde a un espectáculo marcado por la fantasía, la música y el humor.

Medio centenar de actores forman parte de este montaje en lengua gallega, en la que Coda no deja nada al azar. Su puesta en escena está muy cuidada, con unos decorados y unos vestuarios de gran calidad y colorido. También se miman la iluminación o el maquillaje de los personajes, convertidos en auténticos personajes de cuento.

No obstante, tratándose de un musical de Coda, lo más destacado fueron los números de baile y las canciones, trabajados con esmero durante meses de ensayo.

El grupo vilagarciano empezó a finales del pasado año con la gira de "Shrek", y ya ha estado en Rianxo o Catoira. Su próxima parada será a principios del mes próximo en Cangas do Morrazo. El estreno en Rianxo ya había sido muy propicio para la compañía vilagarciana, que contó con un millar de espectadores y logró llenar el Auditorio de la localidad barbanzana en los cuatro pases programados.

Se trata de una propuesta visualmente muy atractiva, dirigida por Chus Ferreira y Olalla Bouzas. El cuerpo actoral principal lo integran siete personas, que cuentan con el coro de una treintena de integrantes más de la escuela.

La venta de entradas para Vilagarcía fue a un ritmo trepidante, a pesar de que costaban un mínimo de 15 euros,dependiendo de la ubicación elegida en el patio de butacas. Una prueba más de que el grupo cuenta con el favor del público gracias a la espectacularidad de sus puestas en escena y a su acierto al escoger algunos de los temas y personajes que más gustan a los niños. Ellos, irremediablemente, terminan arrastrando sus padres al teatro.