El cura de San Vicente de O Grove, Juan Ventura Martínez Reboeiras, no deja de sorprender por su capacidad para movilizar a los feligreses y sacarse de la manga todo tipo de actividades de ocio que ofrecer al conjunto de los vecinos para, de paso, recaudar fondos con los que afrontar mejoras, tanto en el territorio meco como en Santa María de Simes (Meaño).

A las numerosas excursiones llevadas a cabo a instancias del propio sacerdote hay que sumar iniciativas de tintes socioculturales, y ahora también la venta de llaveros con acabado en bronce que deben ayudar a financiar las obras de rehabilitación de la casa rectoral, en las que se prevé invertir unos 240.000 euros.

Estos abalorios son un réplica de la popular moneda de Adro Vello, que desde julio también puede verse, tallada en granito, en el atrio de la iglesia grovense. Representa el traslado de los restos de Apóstol Santiago desde Jerusalén, mide 1,2 metros de diámetro y pesa 1.500 kilos, reproduciendo fielmente las imperfecciones que estaban presentes en la moneda original, hallada en el siglo XII y depositada en el Museo de las Peregrinaciones.

Esta moneda, descubierta por el profesor José Carro Otero durante las excavaciones efectuadas en O Carreiro y que contribuye a potenciar San Vicente como destino cultural y turístico, es la que da forma ahora al citado llavero, que vende a 7 euros la unidad el propio cura -advierte de que las existencias son limitadas- y puede adquirirse en la librería Plaza de Vilanova.

Es, como queda dicho, otra forma de poner en valor el patrimonio y recaudar fondos para afrontar la rehabilitación de la casa rectoral. Se hará, recalca Juan Ventura, no para adecentar la casa del cura, sino para habilitar locales sociales para uso y disfrute de los parroquianos, al tiempo que se habilitará un albergue en el que dar cabida a los jóvenes que con frecuencia acuden a los campamentos y jornadas de convivencia que se organizan en la Horta do Cura y otros lugares de San Vicente.

Ya se explicaba hace poco más de un mes que Patrimonio había autorizado la construcción de 22 nuevos panteones en el cementerio parroquial de San Vicente de O Grove y que el Arzobispado firmó el decreto que autoriza la reforma de la casa rectoral.

El cura se mostraba enteramente satisfecho por ello, ya que se propicia la construcción de 88 nichos con los que responder a las peticiones formuladas por algunos vecinos que carecen de un lugar de enterramiento para sus familias y se favorece la unión del viejo camposanto y el nuevo.