El Servicio de Carreteras de la Xunta de Galicia se muestra partidario de talar el histórico plátano de A Cubela -conocido como "árbol de Otero"- presente justo a pie de la PO 303 en la entrada de Meaño. Y es que el gigantesco árbol, de unos 12 metros de altura, está levantando poco a poco la calzada en sus inmediaciones. Ayer mismo a media mañana operarios de la empresa Arbogal, afincada en Samieira, realizaban la poda ornamental anual del citado plátano, labor ante la que se detuvieron técnicos del referido Servicio de Carreteras de la Xunta, que manifestaban a los operarios la intención de la Xunta de talar el árbol para evitar daños bajo el asfalto.

Ya cuando la ampliación del vial en 2014 técnicos de Carreteras de la de la Xunta de Galicia -que es la propietaria del vial PO-303 que atraviesa Meaño discurriendo por este punto-, recomendaban talar el plátano en aras e evitar los daños que el engrosamiento del tronco y sus raíces estaban provocando bajo la calzada. Preguntada sobre el particular la alcaldesa Lourdes Ucha reconoce que "hace cuestión de un año hablaron algo con nosotros, pero no hubo ninguna propuesta formal para talar el árbol, y nadie se dirigió al concello desde entonces con esa finalidad". El majestuoso plátano híbrido tiene su historia, tanto que en su día lo indultaron los vecinos con un referéndum cuando en 1996 el alcalde Jorge Domínguez quiso talarlo. El árbol es el último que permanece en pie de una antigua hilada paralela a la carretera en ese punto. Se desconoce los años que tiene el árbol, dado que los vecinos de más edad recuerdan que "siempre estuvo ahí". Fue en 1996 cuando el plátano peligró cuanto Jorge Domínguez abogaba por talarlo para facilitar unas obras de ampliación de la carretera y la construcción de aceras. Pero a raíz de ello surgió un movimiento vecinal espontáneo con el objeto de salvar el viejo plátano considerado para muchos un símbolo de Meaño. Tal fue el cariz que tomó el asunto que el gobierno de Jorge Domínguez se avino a dirimirlo con la celebración de un curioso referéndum que se celebró en abril de 1997, y en el que estaban llamados a votar únicamente los vecinos de la localidad de Meaño. Participó el 55,4 por ciento de los vecinos, por cuanto emitieron su voto 81 representantes de las 146 viviendas del censo, y el resultado fue que 48 votantes se mostraron a favor de salvar el árbol -entre ellos el propio edil de Meaño entonces, Elías Castro- y 33 demandaron su tala.

Hay vecinos que abogan hoy por inscribir el árbol dentro del catálogo "Árbores Senlleiras de Galicia", para blindarlo. Se trata de un catálogo de ejemplares que, por sus características extraordinarias o destacables (tamaño, edad, significación histórica, etc.) son considerados reliquias botánicas, objeto de respeto vecinal y con valor cultural, didáctico, científico, paisajístico u ornamental. Una petición que algunos vecinos reclaman ya para el plátano de A Cubela. Y es que veinte años después el árbol sigue generando su propia actualidad.