El vecino más crítico -de los consultados por este periódico- con la instalación de Alcampo en As Carolinas es Benito Gil. Y es que la colisión de un tráiler que llevaba mercancía al hipermercado contra la fachada de su casa no le permite ser imparcial. "El día 10 se cumple un mes del accidente y por aquí no ha venido nadie. Los camiones saben que no pueden entrar por aquí porque no hay suficiente espacio para girar [en alusión a la calle Estorniño] pero este tráiler vino de noche y nos levantó de la cama. Mi mujer todavía no se ha recuperado del susto", relata Benito, que lleva 51 años residiendo en una vivienda de la calle Merlo, un pequeño vial que discurre de forma paralela a la avenida de As Carolinas.
Gil asegura que los únicos que fueron por su casa hasta el momento fueron agentes de la Policía Local y que está a la espera de que el Concello tome medidas, como la colocación de señales que prohíban el acceso de tráfico de alto tonelaje.
En la acera de la calle Estorniño se aprecian perfectamente los daños ocasionados por los vehículos pesados, pues al efectuar el giro hacia Merlo deben invadir el paso reservado al tránsito peatonal. No obstante en breve no podrán utilizar este acceso los camiones que vayan a Alcampo porque está previsto construir un portal a la altura de Cash Galicia. "A mí Alcampo no me va a vender ni una gaseosa. Durante las obras cortaron luz y agua sin avisar a los vecinos y además creo que no hacen falta más supermercados", concluye el vecino.
