Las obras de consolidación de la capilla de la isla de Cortegada arrancaron hace unos días con la limpieza de la maleza que cubría la estructura y la del entorno, así como con la clasificación de las piedras procedentes de las partes derribadas. Tres canteros y una arqueóloga están trabajando en esta actuación a la que la Xunta destina 22.500 euros y cuyo objetivo es garantizar la seguridad y facilitar las visitas al entorno más inmediato de la capilla sin que exista peligro par las personas. El plazo de ejecución se sitúa en seis semanas.

Una valla perimetral protege el templo de los Milagros, prohibiendo el acceso a todas las personas ajenas a la obra. "Se ha limpiado toda la vegetación (incluso crecían árboles en los muros) y hemos habilitado dos zonas para acopio de materiales en el lado sur de la capilla. Los colocamos sobre un geotextil, que es una tela especial en la que no permite el crecimiento de la hierba", explica la arqueóloga, Sonia García.

Junto a ella están trabajando en el lugar tres canteros. "Ahora estamos actuando en el exterior de la capilla, clasificando cada material de los derribos que había a su alrededor, como cornisas, enmarques de ventanas o piezas que formaban la bóveda o el arco. Identificamos los elementos con un número específico de la zona de la que proceden para que en el caso de que se lleve a cabo una futura intervención se coloquen en el sitio más próximo al original", detalla García.

Aunque la estructura de la capilla que está en pie no corre riesgo de derrumbe, a modo de precaución se han apuntalado las zonas "más inestables". La arqueóloga comenta que las obras "van a muy buen ritmo" y que el siguiente paso es actuar en el interior del templo, "también sacando los derribos y dejando el suelo limpio y liberado".

Según la información de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta, la capilla de Cortegada es de estilo renacentista, de planta rectangular, con restos de sacristía y del antiguo hospital anclados en su fachada sur. En las obras de consolidación que están ahora en ejecución no se incluye el hospitalillo, pues "no tiene derrumbes encima y requeriría de una intervención arqueológica", es decir, de una excavación, precisa Sonia García.

La fachada principal de la capilla tiene una puerta con arco de medio punto y pilastras laterales, todo ello coronado por un frontón triangular dentro del que se encuentra el escudo del arzobispo compostelano Fernando de Andrade y Sotomayor, quien mandó trasladarla en 1652 desde la zona del muelle hasta su ubicación actual más alejada de la costa.

La isla de Cortegada estuvo habitada hasta principios del siglo XX, ya que en 1907 fue donada al rey Alfonso XIII con la idea de que construyera en allí una residencia de verano. Posteriormente la isla fue vendida a una inmobiliaria que proyectó una urbanización a la que se opusieron los vecinos ya que ese no era el fin para el que en su día se donó al monarca. Finalmente no se construyó urbanización ninguna y en 2002 el archipiélago de Cortegada fue incluido en el Parque Nacional Illas Atlánticas del que hoy sigue formando parte junto con Cíes, Ons y Sálvora. No fue hasta 2007 cuando la Xunta logró expropiar la isla carrilexa para que volviese a ser pública.