Los venezolanos de Arousa se han rebelado de forma masiva contra Nicolás Maduro y lo han hecho a través de las urnas, en este caso una caja de cartón que podría dar aspecto de improvisación pero consagrada por el espíritu que imprimen los actos democráticos, es decir la voluntad del pueblo.

Las expectativas eran muy grandes con respecto a este proceso legal de "desobediencia civil" en el que se constató un rechazo masivo al proceso de la Constituyente que impuso el presidente sudamericano en contra de la ley de leyes de 1999, que muchos simbolizaron con el gesto de la victoria.

Olga Pantoja, portavoz del CRD (Comité de Rescate de la Democracia) en la comarca confía en que este "acto mundial" va a condicionar el futuro de su país. "Estamos en la hora cero", no se cansa de repetir, convencida de que solo el éxito del plebiscito puede acabar con un régimen que tiene al país al borde de un conflicto bélico.

"Queremos evitar la guerra por lo que no podemos quedar de brazos cruzados ante los niveles de inseguridad, la falta de alimentos y medicinas que hay en el país", afirma convencida de que el resultado de hoy puede dar un vuelco a la dramática situación.

Pantoja habla por experiencia personal. "Hace tres días que se ha muerto una tía mía porque en el hospital no había su medicación, una simple pastilla para la tensión", revela casi entre unas lágrimas que reprime porque observa que como ella uno de los gallegos que están en la mesa "ha sufrido en su carne el brutal secuestro de su propio hijo, que se salvó porque pagó el elevado rescate".

Y ese mismo ánimo se observaba en la enorme fila de votantes que por momentos cruzaba de lado a lado la plaza de Galicia. En ella decenas de ciudadanos de los municipios próximos a la ría, desde Sanxenxo a Padrón e incluso de la comarca coruñesa de Barbanza, que han querido demostrar con su presencia su rechazo absoluto a las políticas de Maduro.

Con esta ilusión no resulta extraño que el goteo de votantes esperanzados fuera constante hasta incluso después de las siete y media de la tarde, cuando se esperaba finalizase el proceso. "Estaremos aquí hasta que veamos que ya no queda nadie para votar", señala.

Así, Nakary Palumbi consiguió llegar a la mesa electoral media hora antes del cierre. Se mostraba muy esperanzada por el resultado de esta consulta popular que espera dé un vuelco a su país. "Llevo nueve años en Vilagarcía pero mi familia está allí y claro que tengo miedo por ellos porque los niveles de inseguridad son tremendos", dice con gesto apesadumbrado tras reconocer que ahora solo regresa a su tierra "en vacaciones".

Pero ese era el sentimiento general que se pudo ver a lo largo de una jornada muy participativa a la que acudieron venezolanos de todos los estratos sociales, edades y condición. Olga Pantoja también alerta a España contra estos populismos y critica abiertamente al líder de Podemos Pablo Iglesias porque "ha sido asesor de Hugo Chávez y financiado por su régimen".