El proyecto supramunicipal para la creación de la primera vía verde íntegramente gallega, mediante la utilización de las vías del ferrocarril en desuso entre Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, cuenta con el apoyo de la Diputación de Pontevedra. Así lo comunicó la presidenta del ente provincial, Carmela Silva al alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, quien le presentó el proyecto en una reunión en la capital de la provincia.

El regidor municipal vilagarciano regresó muy satisfecho del encuentro, ya que se trata de un proyecto ambicioso con una inversión básica de 530.000 euros que necesita financiación de otros organismos para hacerse realidad.

Según explicó Varela tras la reunión con la presidenta, Carmela Silva valoró mucho este plan no solo porque es el primero de sus características en Galicia y está íntegramente situado en la provincia de Pontevedra, sino porque también supondrá el fortalecimiento de la oferta turística de la provincia y significativamente de los tres concellos participantes que pertenecen a dos comarcas.

El alcalde vilagarciano explicó a la presidenta los pormenores del proyecto redactado por los técnicos de la Fundación Española de Ferrocarriles, con casi diez kilómetros de vía férrea recuperada.

Teniendo en cuenta la importancia del proyecto, denominado Vía verde do Salnés, la presidenta de la Diputación expresó al alcalde la necesidad de que la Xunta de Galicia y el Estado se impliquen también en su puesta en su ejecución. En este sentido, Alberto Varela le comentó que los tres concellos ya están explorando distintas vías de financiación.

Finalmente Carmela Silva le dijo al regidor vilagarciano que si pasado un tiempo prudencial ni el gobierno estatal y el autonómico hacen público su compromiso financiero con este proyecto, sería la Diputación la que se encargaría de asegurar su puesta en marcha con una mayor aportación.

El itinerario partirá de la parroquia vilagarciana de Rubiáns para continuar por Godos, en Caldas de Reis, y acabar en la estación de Portas, en las inmediaciones de la vieja azucarera. Las obras tendrían un plazo de ejecución de diez meses.

La actuación consistirá básicamente en el acondicionamiento de la plataforma por la que discurrían las viejas vías del tren y su conversión en una senda para uso peatonal y cicloturista, utilizando materiales acordes con el entorno.

El proyecto incluye equipamientos complementarios, como la adecuación de los accesos, la creación de miradores en las zonas en las que la senda se ensancha, y habilitación de áreas de descanso equipadas con señalización informativa y elementos auxiliares como bancos, mesas y papeleras.

También se prevé la construcción de pequeñas obras de drenaje y de reforestación. Uno de los elementos que destaca en la ruta es el puente metálico sobre el río Umia, en el límite entre Caldas de Reis y Portas. Se trata de una estructura de 64 metros de longitud y 3 vanos que se considera un excelente ejemplo de la ingeniería ferroviaria de finales del siglo XIX.

El puente se acondicionará para el tránsito de personas y cicloturistas, con un entablado de madera pretratada.

Dado que la vía verde do Salnés cuenta con numeroso cruce de otras vías a lo largo de su trazado se estudia la instalación de elementos que impidan el acceso de vehículos a la senda peatonal. También se acondicionarán y señalarán caminos que permitan a los peatones o ciclistas acceder a la vía verde por distintos puntos de su trazado, de forma que no sea preciso comenzar el recorrido por sus extremos.

Otro de los elementos de interés que destacan los redactores del documento técnico son la antigua azucarera de Portas, que califican como un "claro ejemplo de patrimonio industrial", así como construcciones de relevancia arquitectónica y de encanto singular como el Pazo de Rubiáns y sus jardines de camelias reconocidos como de "excelencia internacional"; así como numerosos rincones y construcciones históricas de las comarcas de Salnés y Caldas en la provincia de Pontevedra.