La Asociación Cultural "O Castro" ha vuelto a dar en la tecla del éxito. La edición número quince de su Xuntanza Internacional de corales ha vuelto a contar con la aprobación de público tanto en asistencia como en lo que a críticas se refiere. Ni siquiera el salto al pabellón multiusos de Vilanova menguó la aceptación de un evento que se ha convertido en toda una referencia de la música tradicional.

El cambio de escenario no solo ha permitido una mayor comodidad para las cerca de 300 personas que disfrutaron del concierto, sino que todo lo relativo a la acústica y a la sonoridad se ha visto beneficiado respecto al pabellón de Baión donde históricamente se ha venido celebrando.

Cabe recordar al respecto que esta iniciativa se fraguó hace tres lustros con la intención de que se convirtiese en un punto de encuentro y de fomento de la amistad entre los aficionados a la música. La Asociación Cultural "O Castro" añade como auténtico fin de la apuesta por este festival que "debe servir como homenaje a todos aquellos componentes de las corales que con su sacrificio semanal, pero con mucha dedicación y entrega, contribuyen a que disfrutemos de sus cantigas".

Seis corales participaron en una jornada que finalizó con una cena a la que asistieron los componentes de todas las agrupaciones participante. No sin antes dejar constancia de su calidad vocal e interpretativa sobre el escenario del multiusos de Vilanova.

El formato de la selección de las corales se mantiene inalterable desde la primera edición con un representante de cada una de las provincias gallegas, una de Portugal más la representación de la asociación anfitriona. Así de Sada llegó la Coral Instrumental da Sociedade. El representante lucense fue la Coral Polifónica de Palas de Rei mientras que la Coral Polifónica Encantiño representó a Ourense llegando desde Barra do Miño. Desde Ponteareas, la Coral Santa María de Areas mientras que la representación internacional corrió a cargo en esta ocasión de la Coral Santo Condestável perteneciente a la localidad lusa de Fafe. Junto a todas ellas la Coral Cantigas do Castro, perteneciente a la sociedad anfitriona.

Cada una de las formaciones participantes dispuso de la posibilidad de interpretar tres composiciones elegidas dentro de su repertorio habitual. A tenor de las ovaciones recibidas por todo el patio de butacas la selección de los temas resultó acertada en todos los casos.

Aspectos musicales al margen el factor de convivencia entre los distintos participantes también tomó un papel preponderante a lo largo de toda la jornada. Ese es precisamente otro de los objetivos de un Xuntanza Internacional que combina a la perfección la solemnidad propia de una concierto de estas características, con todo lo relativo a la experiencia solidaria y de fomento de la amistad entre los componentes de unas agrupaciones muy importantes en la conservación de la música tradicional.