El pesquero rehabilitado "Chasula", convertido hace años en una especie de buque escuela desde el que se puede disfrutar de la ornitología y el contacto con el medio marino, está listo para iniciar una nueva temporada de avistamientos, sobre todo de aves pelágicas y mamíferos marinos.

La nave, que tiene a Isidro Mariño como armador y patrón, superó con éxito la puesta a punto a la que fue sometida en Astilleros Garrido de O Grove, el puerto desde el que zarpa en sus expediciones.

Tras este proceso de "cariño y mimos", como el propio Isidro Mariño define la revisión anual de la nave, ahora está previsto que abandone el dique seco y regrese al agua a lo largo de esta misma semana. Pero mientras tanto Isidro Mariño y su "tripulación" ya se encargaron de celebrarlo, por eso festejaron esta rebotadura por todo lo alto, aunque en lugar de romper una botella de espumoso sobre el casco optaron por algo mucho más tradicional y relacionado con la cultura marinera, como fue la preparación de una degustación de pescado ahumado que, al parecer, resultó todo un éxito.

Y tras los preparativos, como queda dicho, llegan las expediciones programadas por Intramar S.L. a bordo del "Chasula", la primera de ellas prevista para el domingo que viene por el interior de la ría de Arousa.

Las siguientes, ya en aguas atlánticas, resultarán sin duda mucho más intensas. Por ejemplo la del primer fin de semana de marzo, bautizada como "Pelágica de los frailecillos", una de las rutas marítimas más deseadas debido a la vistosidad de los pájaros objeto de seguimiento.

Le seguirán la ruta de los delfines y la ideada para descubrir las bandadas de pardelas que pueden encontrarse en el océano, a unas doce millas de la isla de Sálvora.

La pelágica de los paíños, la de los charranes, la centrada en los págalos o la dedicada a las gaviotas de Sabine constituyen otros itinerarios propuestos a bordo del "Chasula" ese año, que como los anteriores se cerrará con la ruta por la bahía de A Lanzada, ya en diciembre.

El "Chasula", un antiguo barco de cerco construido en 1959, fue restaurado entre 2003 y 2005 en al astillero grovense Hijos de J. Garrido. Tiene una eslora total de 14,20 metros y su manga es de 3,55, con puntal de 1,35 metros. Habilitado para doce personas más la tripulación, cuenta a bordo con aseos, duchas y cocina.