El servicio de Gardacostas de Galicia ha empezado a intensificar los controles para frenar o minimizar los efectos de la pesca ilegal del centollo, que suele intensificarse todos los años tanto en verano como por estas fechas, justo antes de la apertura de la campaña de pesca del preciado crustáceo.
Arranca el 13 de noviembre, y a menos de un mes ya se aprecia un incremento de las capturas fraudulentas, de ahí que el servicio de vigilancia dependiente de la Consellería do Mar se disponga a intervenir de manera más intensa si cabe a partir de ahora.
Lo hace en colaboración con la Policía Autonómica, la Guardia Civil del Mar y los vigilantes de diferentes cofradías, tratando de identificar e incautar las redes conocidas como miños que algunos pescadores dejan caladas ilegalmente para empezar a hacerse con provisiones de centollo.
Los funcionarios, por tierra, mar y aire, también tratarán de recuperar la mayor cantidad posible de producto ilegal, ya que como de todos es sabido, por estas fechas los pescadores que capturan centollo en veda lo guardan en jaulas, salabardos y otros recipientes que cuelgan dentro del agua en pantalanes de los puertos, bateas u otros lugares, a la espera de que llegue el momento de su comercialización.
La participación del helicóptero Pesca 1 vuelve a ser fundamental para detectar los aparejos empleados de manera ilegal.
