La escuela infantil de Rons, en el Concello de O Grove, ya está nuevamente operativa. Ayer retomó la actividad después del parón introducido a causa de unas reformas que parecen haber sido del agradado de la comunidad educativa.

El curso comenzó así con dos semanas de retraso sobre lo inicialmente previsto y después de un mes y medio de obras. La vuelta al cole se hizo coincidir con una jornada de puertas abiertas, de forma que mientras los niños -todos de menos de tres años- estrenaban las remozadas instalaciones los padres podía evaluar el resultado de las mejoras introducidas.

Y lo cierto es que acudieron muchos más padres de lo que cabría esperar, mostrándose en líneas generales "satisfechos con el resultado" de las obras, según indican desde el profesorado.

Son 68 los alumnos de menos de tres años matriculados en esta guardería de la red autonómica "A Galiña Azul" y son doce las mujeres que se ocupan de su cuidado y educación, diez de ellas maestras, una cocinera y una encargada de servicios generales.

También ellas dicen estar satisfechas con el resultado de los trabajos impulsados por la Xunta en la guardería, en los cuales se invirtieron unos 450.000 euros y que tendrán continuidad a partir de ahora con obras menores que en absoluto deben interferir en la actividad escolar.

Ni que decir tiene que la mejora introducida está plenamente justificada , y de hecho constituía una vieja demanda. Hay que tener en cuenta que la guardería de Rons se construyó a principios de los años ochenta, con alrededor de 692 metros cuadrados edificados dentro de una parcela de 3.195. La estructura de hormigón con cubierta de fibrocemento se deterioró considerablemente con el paso del tiempo, a pesar de las reformas puntuales introducidas, debido a que el terreno en cuestión ocupa una antigua laguna, de ahí los problemas de salubridad generados en el interior del inmueble.

Los problemas fueron aumentando año tras año hasta hacer insostenible la situación, de ahí las mejoras introducidas en esta ocasión, que en el Consorcio Galego de Benestar consideran prácticamente "una renovación completa".