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Los comuneros de San Vicente reabren la lucha por los terrenos de la pousada

Presentan un ambicioso informe en el que se justificaría que la parcela que ocupa el antiguo sanatorio es de los vecinos -Buscan el modo de obtener una compensación

El edificio del hotel-restaurante, el de la pousada da Lanzada y los montes de San Vicente. // Muñiz

La comunidad de montes vecinales en mano común de San Vicente de O Grove se reunía a última hora de ayer en asamblea para poner sobre la mesa un informe que deja claro que esta entidad es la titular de los terrenos que ocupa el centro vacacional de A Lanzada; un edificio perteneciente a la Diputación de Pontevedra que fue reconvertido en pousada. Y dado ese cambio de uso, lo que plantean ahora los comuneros que preside Manuel Castro es solicitar que se les reconozca la propiedad y se proceda a la devolución de la misma o bien al pago de una compensación.

Esa es, como queda dicho, la idea expuesta a los comuneros a partir del estudio realizado sobre el aprovechamiento colectivo del monte denominado "Con da Oliva, Barroqueiras, Pantoeiras, Con do Trébol, Coviña do Inferno", ocupado en parte por las instalaciones del conocido como Sanatorio de A Lanzada, que en los últimos años funcionó como escuela de hostelería y se ha transformado en pousada da Lanzada.

Entre las conclusiones del informe destaca la que dice que "de la documentación analizada queda patente la naturaleza vecinal en origen de los terrenos que ahora se dicen de la Diputación, aludiendo expresamente a los aprovechamientos vecinales", a lo que se suma el hecho de que "la ocupación de los terrenos, cedidos inicialmente por el Ayuntamiento de O Grove, se efectuó con la oposición del vecindario, tal como se constata en el expediente municipal tramitado al efecto".

Además ese expediente "desvela que el monte vecinal en este paraje, entre los arroyos de Barroqueiras y Pantoeiras, se extiende a ambos lados de la carretera", es decir, abarcando tanto el entorno de la Pousada da Lanzada como el restaurante ubicado a pie de playa.

Se trata, por tanto, de una superficie considerable de terreno que los comuneros cifran en 114.420 metros cuadrados, en lo concerniente al recinto del antiguo sanatorio hoy pousada, mientras que el espacio de terreno supuestamente vecinal ocupado por el hotel-restaurante situado sobre la playa de A Lanzada es de 3.280 metros cuadrados en zona de servidumbre marítimo-terrestre y de 1.590 metros cuadrados en la de dominio público.

Para concretar todavía más, el informe en poder de los comuneros de San Vicente sostiene que el espacio ocupado por construcciones e instalaciones deportivas o recreativas es de 21.850 metros cuadrados, correspondiendo otros 92.570 metros cuadrados a terreno dedicado a aprovechamiento forestal.

Dicho esto se hace alusión a que el recinto de la Diputación y el del hotel-restaurante de la playa se encuentran en la misma situación que otros negocios de las inmediaciones, como un asador y una empresa de paintball que pagan un alquiler por la ocupación del espacio.

Con todo esto quieren demostrar que "los antecedentes administrativos confirman que el monte de aprovechamiento colectivo de Con da Oliva, Barroqueiras, Pantoeiras, Con do Trebol y Coviña do Inferno es de titularidad vecinal, perteneciente a la comunidad de vecinos de la parroquia".

Y además "de la documentación histórica manejada, la realidad física y otras circunstancias se deduce que el recinto del antiguo sanatorio -actual Pousada- tiene predominio de aprovechamiento forestal en la mayor parte de su extensión y forma parte integrante del monte vecinal original".

En relación con esto, los comuneros insisten en el "aprovechamiento históricamente documentado que han realizado los vecinos de la parroquia en la totalidad del ámbito de este monte vecinal, incluido el recinto del antiguo sanatorio antes de su construcción, cesión y venta".

Como documentadas están, insisten, "las quejas y oposición de los vecinos, que se sintieron perjudicados por tal concesión", y así lo hicieron saber "a pesar de que corrían tiempos poco propicios para reivindicaciones, ya que a mediados del siglo XX los ciudadanos de Galicia sufrieron represión y abundantes expedientes sancionadores por el aprovechamiento de sus montes colectivos".

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