Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cruceiro inclinado de Meis que nadie arregla

La cruz de Castiñeira, en Armenteira, lleva unos tres años a punto de derrumbarse

El cruceiro de Castiñeira, con riesgo de derrumbe. // Noé Parga

A mediados de 2013 un internauta colgó en la página web "patrimoniogalego.net" una ficha sobre un cruceiro del lugar de Castiñeira, en Meis, en la cual ya alertaba de su mal estado de conservación y de su riesgo de derrumbe. Dos años y medio después, la pieza sigue igual.

El cruceiro de Castiñeira es un ejemplo de como para la administración hay a menudo dos tipos de bienes patrimoniales: los considerados de arquitectura culta, como los pazos o iglesias; y los que llevan el sobrenombre de "populares", entre los que se englobarían las capillas más modestas o los cruceiros.

El de Castiñeira, un lugar que pertenece a la parroquia de Armenteira, en Meis, lleva años a punto de derrumbarse. Tiene el varal inclinado, y las lluvias han erosionado parte del firme sobre el que se asienta la pieza. Pero no es el único ejemplo de patrimonio rural en situación de decadencia.

No lejos de Castiñeira, en el lugar de Vilar se levanta la capilla de San Antonio, cerrada al culto desde hace años debido a su mal estado. El tejado está lleno de vegetación y deja pasar el agua, lo que ha provocado la aparición de grandes manchas de humedad en el interior del pequeño templo. El aspecto no es mejor en el cobertizo exterior, con la estructura de madera completamente carcomida.

La Diputación de Pontevedra prometió arreglar la construcción siendo aún presidente Rafael Louzán, y el Ayuntamiento se ofreció a redactar el proyecto. Pero no llegó a ejecutarse obra alguna, y la única inversión que el órgano provincial contempla ahora para bienes de este tipo en O Salnés es para la capilla de O Mosteiro.

Las rectorales son otro ejemplo de arquitectura popular muy presente en el interior de O Salnés y mal conservada. Varias de ellas están deshabitadas, y en algunos casos ya son únicamente una ruina.

No están mucho mejor los "petos de ánimas" (el cruceiro de Castiñeira también lo tenía), y no se conserva prácticamente ninguno en la comarca.

En su día sí hubo un plan para la restauración progresiva de lavaderos y molinos de río (interrumpido con la crisis), y también se intentaron restaurar "telleiras", aunque las obras se hicieron mal.

Compartir el artículo

stats