El PP de O Grove advierte de que "salvar" un edificio emblemático como el de la torre de Escuredo -que vuelve a estar en venta- y destinarlo -al menos parcialmente- a usos públicos, solo es posible si la localidad dispone de un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), y como se ha visto en la última década esa parece misión imposible.

Los conservadores salen así al paso de las declaraciones del alcalde socialista José Cacabelos y su equipo, quienes dijeron haber impulsado un convenio urbanístico ya en su anterior etapa al frente de la Corporación (2007-2011) y se mostraron dispuestos a retomarlo ahora.

Pero en el PP de Miguel Pérez replican que se trata de "otra prueba más de la palabrería del alcalde Cacabelos, que ahora trata de presumir haciendo suyo un convenio urbanístico que costearon y presentaron los propietarios de la finca de Escuredo hace ya muchos años, tanto que Cacabelos ni siquiera había soñado con ser alcalde".

En el grupo mayoritario de la oposición recuerdan incluso que "todos los partidos políticos de la Corporación estuvimos en su momento más o menos de acuerdo con aquel convenio, y los dueños del inmueble incluso lo plantearon ante Patrimonio de la Xunta, que le dio el visto bueno".

¿Y por qué no se ejecutó entonces? En el PP sostienen que "el convenio urbanístico, aún siendo bueno para las dos partes, no puede desarrollarse porque el 'decreto Cuiña' paraliza este tipo de actuaciones y porque el único modo de desarrollarlo es disponer del PXOM".

Tras decir que "es una auténtica ironía que José Cacabelos hable de urbanismo y de convenios, cuando resulta que nunca hizo absolutamente nada por sacar adelante el PXOM que tanto necesita O Grove", los populares le piden de nuevo "que no se atreva a dar lecciones, porque no está capacitado para ello", y le recuerdan que "hay que actuar de acuerdo con la ley, y no como suele hacer este alcalde, empeñado en meter en problemas a todo el Concello".

Incluso sugieren los conservadores mecos que este tipo de convenios "no pueden dejarse en el aire, a merced de la buena voluntad de una u otra parte, sino que deben amarrarse bien desde el principio", y para ello es fundamental, insisten, disponer de una herramienta urbanística válida.

Terminan diciendo que Cacabelos -quien sigue sin hacer declaraciones a FARO-, "puede llenar todas las páginas de periódico que quiera con sus grandilocuentes promesas y todos los convenios que se le ocurran, como cuando 'compró' el Cine Marino o la 'casa de don Jacobo', pero si no hay PXOM todo lo demás es palabrería barata y papel mojado para, una vez más, tratar de engañar a los vecinos".

El convenio del que presume Cacabelos y que habrían elaborado los propietarios, contempla un aumento de edificabilidad en una parte del terreno para que puedan construir bajo y tres alturas. A cambio se reconstruiría y reubicaría el edificio histórico, que pasaría al Concello, y se habilitaría un aparcamiento.