La plaga de la filoxera entra en la península Ibérica a finales de la década de 1870. Uno de sus focos de penetración es Oporto, y en poco tiempo el insecto comienza a destruir viñedos enteros en Galicia. Los agricultores afectados buscan desesperados una solución, y la encuentran en los "híbridos de producción directa", entre los cuales se encuentra el "folla redonda" o tinto "tipo Barrantes".

Este es el comienzo de la historia de un vino muy enraizado en la cultura y la sociedad de O Salnés, pero que las administraciones observan con recelo. De hecho, su comercialización no está formalmente permitida ya que es el fruto de cepas híbridas, y el "folla redonda" no está en el catálogo de "vitis vinifera", que es donde se recogen las variedades puras de uvas europeas.

Pero la controversia con el tinto de Barrantes viene de lejos. La filoxera intentó combatirse inicialmente mediante injertos de un pie europeo sobre otro americano (de donde procedía la plaga de la filoxera), puesto que la raíz americana era más resistente al insecto.

Pero más tarde se descubrieron los híbridos de producción directa, que combatían la plaga mucho mejor que los injertos. Y empezaron a extenderse... La implantación masiva del "catalán roxo", el "catalán branco", el "viño romano" del norte de A Coruña o el "folla redonda" coincide con el declive de variedades tradicionales como el mencía, el espadeiro o la treixadura...

Galicia fue uno de los puntos de España donde más se introdujeron los vinos híbridos, junto a algunas provincias de Castilla y León y del Levante, y uno de los pocos donde se mantuvo el cultivo cuando comenzaron las restricciones administrativas. En 1955 se prohibió la plantación de estas variedades, y en 1970 las replantaciones o el uso como porta-injertos. Años más tarde incluso se pagó por arrancar las cepas de híbrido existentes.

Pero muchos agricultores no quisieron el dinero y mantuvieron sus vides de "Barrantes". Era un caldo que casaba muy bien con algunos de los productos gastronómicos estrella de Galicia, como el cocido o el pulpo, y gustaba mucho su espeso color morado, puesto que los híbridos dan muchos polifenoles.

El tinto "Barrantes" ha sido poco estudiado desde el punto de vista científico. E incluso los trabajos que se hicieron han incurrido en posibles contradicciones, como le ocurrió al biólogo Haas Alleweldt, que en 1988 lo incluyó en la "vitis vinifera", algo que en la actualidad está casi descartado... pero no del todo. De hecho, en un trabajo más reciente, dos investigadores gallegos, de la Misión Biológica de Galicia y de la Estación de Viticultura y Enología de Leiro (Ourense) apuntaron que si bien creen que el "folla redonda" es un descendiente del "alicante ganzin" (una variedad híbrida nacida en Francia a raíz de la entrada de la filoxera) señalan que si bien "no hay ningún carácter que nos permita afirmar de forma taxativa que no es una vinífera, como en el caso del "catalán roxo"... el "folla redonda" no se acerca a ninguna de las viníferas conocidas".

El "alicante ganzin" es uno de los vinos híbridos franceses que surgió tras la filoxera, y que nació tras cruzar la "vinifera" y la "labrusca", o "parra brava".