El Concello trabaja a contrarreloj para reabrir la calle y evitar la cancelación de la procesión de Viernes Santo

Una vez que se estabilizó la situación, la preocupación del gobierno local pontecesureño se centra en agilizar los trámites para que el tramo cerrado al tráfico de la calle San Lois vuelva a estar abierto. Los problemas a corto plazo son obvios: vecinos y clientes de los negocios de dicho vial deben realizar importantes rodeos para llegar a su destino lo cual, en una localidad de pequeño tamaño como la del Ullán es especialmente farragoso. Ahora tienen que utilizar la N-550 o la calle de Porto como alternativas.

Además, dado que el inmueble incendiado está muy cerca de la plaza de la iglesia, la celebración de la procesión de Viernes Santo se ve comprometida. La calle no podrá ser reabierta hasta que la Policía Judicial no lo vea pertinente. El edil de Obras, Ángel Souto, asegura que "desde primera hora de la mañana (de hoy) llamaremos a la Policía para que realice la investigación cuanto antes. El alcalde hablará con las cofradías que participan en el desfile para que estén al tanto de todo".

El problema radica en que fuentes municipales apuntan que solo existe un equipo de profesionales para intervenir en toda la comunidad gallega, lo que podría condicionar su asistencia a corto plazo.

La Policía Judicial deberá realizar las pesquisas necesarias para conocer cuál fue la causa del incendio y determinar asimismo el alcance de los daños provocados por las llamas. Un informe por el que los afectados esperan impacientes para recuperar la normalidad lo antes posible.

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