Ravella asume la reparación de la cubierta escolar de Carril con financiación provincial
El alcalde se reúne con las representantes de la asociación de padres de alumnos de la escuela infantil "A Galiña Azul" para abordar las obras que se ejecutan en el centro
Vilagarcía
El Concello de Vilagarcía ha decidido asumir la reparación de la cubierta del colegio público "Rosalía de Castro" de Carril con el objetivo de que la obra esté lista antes de que se inicie el próximo curso escolar. La financiación de este proyecto, valorado en algo más de 90.000 euros, será con cargo al nuevo plan de inversiones de la Diputación.
"Es un acuerdo con la Consellería de Educación, tuvimos que priorizar y la reparación de la cubierta del colegio de Carril es prioritaria. Hemos consultado con la Consellería y no tenía posibilidades de disponer dinero para esta obra porque ha tenido que dedicar más partidas para la ampliación de institutos con destino a la implantación de la formación profesional básica. Nos pidieron que echáramos una mano con los colegios de primaria. En esa línea de colaboración y atendiendo a las prioridades, hemos decidido incluir la obra de la cubierta del colegio de Carril en el plan de inversiones de la Diputación", explicó el alcalde, Tomás Fole Díaz.
El proyecto de la cubierta del colegio de Carril ya fue remitido al ente provincial junto con los planes de dotación de elementos de juego y actividades deportivas en las explanadas de las playas de A Concha-Compostela y el circuito deportivo del parque de O Castriño. El presupuesto inicial de ambas actuaciones se ha visto reducido para encajar la obra del colegio vilagarciano.
La primera fase de la reparación de la cubierta del centro escolar se ejecutó el pasado verano con cargo a la Consellería de Educación que aportó casi 50.000 euros, en tanto que el Concello se hizo cargo de la retirada del amianto, que fue valorada en 25.000 euros.
Escuela infantil
Por otra parte, el alcalde, acompañado de la concejala de Benestar, Elena Suárez, recibió ayer a una representación de la asociación de padres de alumnos de la escuela infantil A Galiña Azul, de Carril, para abordar las actuaciones necesarias de reparación en este centro.
Ambas partes cerraron el encuentro con el compromiso de comienzo de las obras de colocación del canalón de la cubierta, ya aprobadas, después de los días festivos en tanto que por parte del personal técnico del Concello se estudiará la fórmula más adecuada para el acondicionamiento de los patios exteriores del centro.
"De esta forma esperamos poner fin a la mayor brevedad posible, a una problemática que arrastramos desde hace cinco años y que afecta a toda la comunidad educativa. Agradecemos la buena voluntad existente por parte de la corporación municipal y esperamos que los compromisos adquiridos se materialicen, como así se acordó, en la primera quincena del mes de abril", declaró la presidenta de la Anpa, Sonia Sánchez.
El encuentro estuvo precedido de una polémica entre las representantes de la Anpa y la concejala de Benestar debido a que los padres de alumnos habían solicitado una entrevista con el alcalde de la que no tenían respuesta. Elena Suárez les replicó que ella, como representante del gobierno municipal había celebrado con los padres cuatro reuniones en un mes.
El problema de este colegio infantil, construido por el Consorcio Galego de Benestar, perteneciente a la Xunta de Galicia, es que la cubierta se construyó sin ningún tipo de recogida de aguas, por lo que las pluviales cayeron directamente sobre el patio escolar cuyo pavimento es de caucho.
Cinco años vertiendo aguas desde la cubierta al patio provocaron su total deterioro. Tras las reclamaciones de los padres de alumnos, el Concello de Vilagarcía, de acuerdo con el Consorcio Galego de Benestar, decidió colocar los canalones para la recogida de pluviales en el centro educativo, a pesar de que la responsabilidad municipal se limita a actuaciones de mantenimiento del edificio.
Pero la Anpa no tenía ningún compromiso por parte de la administración municipal en relación con su demanda de reparación de los patios escolares que fueron dañados por las aguas. En estas zonas de recreo al aire libre el suelo de caucho está levantado o deteriorado, por lo que constituye un peligro.
La preocupación de padres y profesores es que los niños de este centro, con edades comprendidas entre los cero y tres años, es que el mal estado del caucho del patio pueda provocar lesiones en los alumnos, además del riesgo de que se lleven a la boca algún trozo de material desprendido, o una de las piedras que afloran en las zonas donde el pavimento está en peor situación.
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