Cacabelos culpa a Pérez por la sentencia que obliga a variar el Camiño do Norte

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordena al Concello de O Grove la variación del trazado del conocido como Camiño do Norte, al considerar que cuando se reabrió fue situado en un lugar equivocado. Esto parece responsabilidad del anterior alcalde, el socialista José Antonio Cacabelos Rico, ya que la reapertura se hizo en su mandato. Sin embargo, éste culpa al actual regidor, el conservador Miguel Pérez, al que acusa de no haber presentado el correspondiente recurso judicial para defender los intereses municipales.

A su juicio, el Concello desapareció del proceso seguido en el TSXG a instancias del empresario Óscar Miniño, uno de los denunciantes. "Parece muy curioso y llamativo que el Concello no se opusiera a su apelación", ironiza Cacabelos, quien recuerda que actualmente él no es alcalde y que "quien debe tomar las decisiones es Miguel Pérez".

Lo que considera claro en este proceso es que "existe camino, es público y tiene que estar abierto", aunque la Justicia obliga a variar su trazado unos 25 metros.

"Me sorprende y me llama la atención que Pérez no hiciera nada contra la apelación y espero que nos de explicaciones, pues puede que con esa actitud favoreciera a Miniño para que ganara en el TSXG", añade un José Cacabelos que se confiesa "sorprendido al ver que las partes implicadas no aportaran más información de propiedad y lindes, basándose todo en un replanteo con información del propio Miniño".

El líder de los socialistas y de la oposición critica así la "dejadez" de Miguel Pérez e incluso insiste, en contra del criterio del TSXG, en que, a su entender, el trazado correcto del Camiño do Norte es el que está abierto en la actualidad, "pero había que defender esta postura".

Lo que sucede es que "todo lo que tiene que ver con el Camiño do Norte, las empresas Promotilve e Indeza, Óscar Miniño y algún otro propietario guarda relación con intereses urbanísticos y la posibilidad de edificar, por lo que solo espero que el alcalde no entre en ese juego", concluye José Antonio Cacabelos Rico.