-Hay quien plantea que en la historiografía del siglo XIX y de principios del XX se mezclan a menudo historia y leyenda.

-En parte es cierto, pero tampoco hay que invalidar lo que se hizo en esas épocas. López Ferreiro es un autor del siglo XIX que sigue figurando en todas las bibliografías especializadas, y los trabajos arqueológicos de mediados del siglo XX de Bouza Brey o Cuevillas son hoy en día plenamente vigentes. En el caso de los historiadores de esas épocas hay que tener en cuenta que pudieron manejar fuentes documentales que hoy están perdidas o que se encuentran en manos privadas.

-También ha defendido en más de una ocasión que hubo asentamientos fenicios en O Salnés. De hecho, una teoría es que el origen de la torre de San Sadurniño es fenicia o romana.

-Más concretamente púnicos, que, por hacer una comparación, sería como hablar de los españoles que se asentaron en América. Hay presencia púnica documentada en A Lanzada o la isla de Toralla, en Vigo, que tiene similitudes con la de San Tomé. Los púnicos buscaban siempre lugares un poco aislados y protegidos, y San Sadurniño reúne esas características.

-Lo que sí que está fuera de toda duda es que en el islote de San Tomé hubo presencia humana desde épocas remotas.

-Ahí han aparecidos restos prehistóricos, en efecto, y romanos. Hay un plano de Cambados, de entre los siglos XVI y XVII, que se conserva en el Museo Diocesano de Santiago y en el que se diferencia entre el núcleo original de San Tomé, que se denomina Villa Vieja, que se localiza en el islote, y la parte moderna, que es el actual barrio.